Diego y su amiga trans.5 - Relatos Eróticos

Diego y su amiga trans.5

Era obvio qué la vida de ambos había cambiado, la de Erika seguro que para mejor y la de Diego por el momento era todo lindo pero habría que ver qué pasaría más adelante. El día lunes era todo como siempre, salvo alguna que otra mirada pícara, ambos reaccionaban como de costumbre, lo único fuera de protocolo fue cuando Erika le preguntó a Diego por su suegra, aero que Diego contestó con un escueto evolucionando". La última media hora en la que ellos charlaban de sus cositas, por lo bajo comentaron el curioso fin de semana que habían tenido. Erika le pregunto como tenía la colita, y Diego le contesto qué después de haberse puesto la crema varias veces estaba para otra batalla igual. Igualmente me lo destrozaste!! Me cogiste el orto de una manera bestial!! Y la crema que me puse es mágica, no tienes idea video que me calientas, decía Diego abriendo los ojos y mordiéndose el labio inferior. Vos me volvés loca, te cogería todo el día, nunca nadie me pone como me pones vos, te veo y solo quiero cogerte, ya es solo hecho de verte y hablarte la tengo re dura, te tiraría acá encima de la mesa y te cogería ahora mismo, cuando te vi me llamaste mucho la atención, y ahora que te cogí no aguanto las ganas de querer cogerte a cada instante, no sé cómo mierda voy a manejar esto. Sé sinceraba Erika. Ambos estaban re calientes, encima no iban a poder hacer nada porque Diego tenía que salir corriendo a hacer todas las obligaciones, cumplir con sus hijos su mujer y todo el problema que esta ...

 tenía. Habrá que aguantar sí esperar el momento, y cuando lo tengamos, nos vamos a despedazar, concluyó Diego, mientras le daba un beso en la mejilla a Erika y se despedía hasta el otro día. Los días subsiguientes eran uno más complicado que el otro, tenía que salir corriendo de trabajar para ir a buscar a los chicos al colegio, llevarle lo que necesitaba Mónica en el sanatorio, limpiar la casa, hacer trámites, ayudar a los chicos con los deberes, ni siquiera podían charlar esa media hora final. Ambos local comía La angustia y lo único que podían hacer era mandarse mensajes de vez en cuando cuando Diego tenía un ratito de tiempo fuera del trabajo. Cuándo llegó el viernes, y se despidió de Erika, está le pregunto si no safaría un ratito el fin de semana. A lo que Diego le dijo, que estuviera atenta al teléfono. Pero las idas y vueltas y el alta de su suegra lo condicionaban de sobremanera, su suegra por fin había ido a su casa y la vida empezaba encauzarse con normalidad pero había muchas cosas atrasadas para hacer. Llegó extrañaba todo el tiempo el hecho de estar con Erika. Y tenía que en cualquier momento iba a tener que coger a Mónica y no tenía la más mínima gana. Cuando iba al baño cruzado algún mensaje con Erika que lo ilusionaba un poquito pero no podía sacar de quedarse en su casa y seguir haciendo trámites todo el sábado y gran parte del domingo igualmente no se podía escapar bajo ningún punto de vista. Cuando él duerme anoche pensó que debería coger a Mónica está le ...