1. Fue la perra en una orgía gay (Parte 1)


    Fecha: 03/01/2018, Categorías: Gays Sexo en Grupo Autor: MariaDream, Fuente: CuentoRelatos

    ... agarrando el pene ya erecto de su compañero, empezó a mamársela como si fuera lo último que haría en su vida. -Eso es puta mama antes de que te folle -Dijo el mayor mirando su cara sonriendo. Mientras chupaba, el sumiso interrumpió por un momento la felación y le dijo con una especia de gemido: -¿Me vas a follar el coñito? -Claro que si pedazo de guarra, como a una perra en celo. Tras esto, y aparentemente sin ningún esfuerzo, el hombre fuerte tiró al otro sobre la cama, y acto seguido desabrochó su pantalón para quitárselo por completo. El hombre sumiso llevaba lencería de mujer, un pequeño tanga de color. Además, por fuera del tanga asomaba un pequeño cordón de hilo, por lo que me di cuenta de que en su ano llevaba puesto un tampón de mujer para la regla. -Ponte a cuatro patas puta, y tú perra ven aquí. El sumiso obedeció quedando a cuatro patas. Yo obedecí y acudí hasta la cama. Miré hacia arriba y vi el culo del hombre en posición de cuatro patas, contrastando enormemente la gran cantidad de pelo negro que tenía y el tanga rosa que llevaba. -Perras, vas a hacer una cosa mientras me preparo, lámele el coño a mi puta. Obedeciendo, y sintiendo algo de asco y repulsión por lo que me habían ordenado hacer, aparté el tanga rosa de aquel hombre, y metiendo ligeramente la cara entre sus glúteos (Percibiendo el olor que deprendía su ano, mezclado con el olor a pene), comencé a lamerle la entrada de su culo, tras lo cual este comenzó a gemir. En el momento en el que comencé a ...
    ... chupar su ano, comenzó a gemir, no sé si por placer o para excitar al otro hombre. Simultáneamente, sentí como su pequeño pene (Era insignificante al lado del otro hombre) se ponía erecto. Tras unos minutos, el hombre mayor se acercó, apartó mi cara de su culo y, tras untarle un poco de lubricante, empezó a hundir su pene dentro de su culo, a lo cual el sumiso contestó con un fuerte quejido. Comenzó a embestirle, agarrando por detrás sus glúteos y dando fuertes y secos golpes. En aquel momento me imaginé lo mucho que debería estar doliéndole la follada de aquella polla tan grande (Aunque también me excité al pensar lo mucho que me gustaría ser yo). Nuevamente, recibí otra orden: -Chúpale a mi puta la mierda de clítoris que tiene- Me ordenó el hombre mayor. Obedeciendo, me subí a la cama, y tumbándome boca arriba, me introduje debajo del hombre que se encontraba a cuatro patas, quedando su polla sobre mí. Esta se encontraba completamente flácida. Supongo que el ser penetrado analmente hacía que el hombre perdiese toda su masculinidad y no pudiese tener erecciones. Así pues, me metí en le boca todo su pene flácido, teniendo que sujetarlo para mamar mejor, para lo cual me bastaba con usar dos dedos a modo de pinza. Por más que mamaba el pene del hombre no se endurecía, y este continuaba gimiendo a voces. Al cabo de un rato, el hombre que estaba penetrando y jadeando terminó de correrse, para lo cual sacó su pene del interior de su compañero y vertió todo su semen en el orifico anal ...