Fue la perra en una orgía gay (Parte 1)
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Gays
Sexo en Grupo
Autor: MariaDream, Fuente: CuentoRelatos
Esta es una historia de esas que podemos considerar raras, ya que se sale fuera de lo que son las prácticas sexuales habituales. Sucedió unos meses antes de quedarme embarazada, cuando aún acudía a la universidad y era puta para pagarme los estudios. Una noche de fin de semana, en lugar de mis ya tradicionales citas con caballeros mayores que me pagaban con mucha generosidad, me ofrecieron una buena cantidad de dinero que no pude rechazar por acudir como asistente a una fiesta a modo de orgía para hombres gays. El relato en sí no tiene como foco principal el sexo gay, sino todas las guarrerías que aquellos hombres, probablemente de los más perversos que he conocido, me obligaron a hacer. Como os podéis imaginar, en una fiesta gay una mujer es lo último que importa, ya que no es el foco de atención de ninguno de los presentes, los cuales lo único en lo que piensan es en llevarse una polla a la boca o ser penetrados por una del tamaño de un caballo. Ello hacía que las mujeres allí presentes, contratadas como asistentas, y cuyo mandato era el de cumplir con las órdenes hombres de la fiesta, fuésemos vistas como simples perras callejeras. La fiesta era en un local no muy grande, donde habría un total de 30 invitados. Además, éramos 4 mujeres, las cuales para ser fácilmente reconocidas llevábamos la misma ropa (Un traje de sirvienta), y una peluca rosa. Al fondo había unas habitaciones, cada una de las cuales tenía un baño individual, y a las cuales las parejas podían acudir a ...
... mantener relaciones. Mientras la fiesta se desarrollaba, nosotras estaríamos esperando en la sala de baile hasta que algún hombre nos solicitase realizar algún servicio. Para ello llevábamos una correa al cuello con una cadena atada, y portábamos un maletín con toda clase de juguetes sexuales. La fiesta comenzó, y pasó mucho rato hasta que un hombre tirando fuertemente de la corre me tiró al suelo. -Vamos perra, a la habitación -Tirando de mí, el hombre acompañado de su pareja me condujo hasta la habitación. Eres dos hombres de aproximadamente la misma edad, unos 40 años. Uno de ellos era algo más alto, fuerte, y calvo, y llevaba puesto unos pantalones vaqueros y una camiseta banca ajustada. El otro, algo más bajo y un poco menos musculoso, llevaba gafas, pelo corto y algo de barba. Nada más llegar, el fuerte de los dos, cogiendo de mi cadena, me condujo hasta el baño. Allí, frente al retrete, saco su enorme miembro delante de mí. -Perra cógelo y apunta. Obedeciendo, sostuve su miembro, el cual era de un gran tamaño y pesaba mucho, mientras el orinaba. Antes de terminar, quitó mi mano bruscamente, y moviéndose apuntó a mis pechos terminando de orinar ahí, tras lo cual restregó su pene en mi cara. -Ven conmigo, que vas a ver cómo me follo a esa putita que me espera fuera. Al llegar, el hombre que me acompañó me dejo en el suelo, y abrazando a su compañero comenzaron a besarse. A los pocos instantes, el débil de ellos (A partir de ahora digámosle el sumiso), se puso de rodillas, y ...