Se había levantado de mal humor
Fecha: 01/01/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: dom.peri, Fuente: SexoSinTabues
... adrenalina que su visión la producía. Le notó sentarse en el sofá de cuero del salón, observándola en aquella postura para responder al cabo de un tiempo: Me place, te has ganado el derecho a tu primera sesión. Orgullosa notó como el vacío en su estómago la iba conduciendo poco a poco al paraíso. Acercándose a ella, notó sus caricias de manera similar a como se hace con una mascota. cabeza, cuello, espalda, lomo. y arqueándose como si de una gatita de bolsillo comenzó casi a ronronear. No he podido traer mi instrumental, así que improvisaré. Lo que mi Amo quiera. Notó como la cremallera de la falda de cuero negro dos palmos por encimas de la rodilla era desabrochada. Notó como los botones de su blusa eras sacados fuera de sus ojales, dejando al aire libre sus preciosos senos envueltos en la fina ropa interior de encaje comprada tiempo atrás apara aquella primera sesión. Con dificultad, facilitó a su Amo las labores de retirada de aquella ropa que acabó depositada en uno de los sofás, el preferido de su marido. Se sintió terriblemente desamparada cuando así, en ropa interior y de rodillas como una perrita faldera esperaba cumplir las instrucciones de su Amo. Todavía no había visto sus ojos y no lo hizo hasta que Él lo ordenó. ¡Vuélvete! Y allí estaba Él sentado en el sofá de su casa, recién llegado de su oficina generosamente concedido el privilegio de su primera sesión. No escato, no sangre, no marcas permanentes, fueron sus límites. Está bien, no me gustaría que se me ...
... manchase mi ropa. acepto. A sus pies el ordenó. Saca la lengua y jadea como una perrita contenta de ver a su Amo. Ella empezó a jadear y a babear recibiendo en recompensa unas caricias en las mejillas. Mueve el rabito de alegría. Ella movió su trasero a duras penas introducido en aquel minúsculo tanga que separaba los cachetes de sus nalgas de manera firme y rotunda. Bien parece que mi perrita está contenta de ver a su Amo. Vamos a jugar un poco. Y arrojando al otro extremo del salón una pala de madera de las empleadas en la cocina para cocinar y remover los alimentos al fuego ordenó su recogida. Ella obedeció recogiendo con la boca el instrumento y depositándolo a los pies de su Amo. Él repitió cinco veces más la operación hasta que claramente comenzó a avanzar torpemente por la presión sobre sus rodillas, enmascarada por aquellos pantys con liga de color negro. Tras un par de minutos de descanso, el Amo dijo: Quiero montar a caballo, ven aquí que te prepare. Rauda, presta y veloz se pudo en disposición de ser montada a cuatro patas no sin antes recibir la colocación del arnés y bocado consistente en el cinturón de cuero negro de sus pantalones. Por la presión añadida comenzó a babear y tener dificultad para respirar. Relincha. IIIIIIIIIIIIHHHHHHHHHHHHHIIIIIIIIIIIII – imitó un relincho obediente. Aquella montura era más pesada de lo esperado sobre todo después de tener a sus lomos el peso de su Amo y con dificultad comenzó a ser guiada por el pasillo. Cada poro de su cuerpo ...