Loca por un negro
Fecha: 31/12/2017,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... camino, no aguantó más, y antes que yo dijera pío me puso de espaldas y puso su herramienta en mi entrada. La cosa resultó un poquito más fácil, las dimensiones eran casi las mismas. Pero yo estaba más que lubricada. La corrida de su amigo había dejado el camino suavecito. Me atacó con furia. Yo oponía resistencia pero también me movía, estaba gozando como nunca. Creo que nunca había tenido las piernas tan abiertas. Me avisó que acababa y nos fuimos juntos. El semen me chorreaba. Ambos jadeábamos como si hubiéramos corrido la maratón. Se levantó y me dijo que había sido la mejor acabada de su vida. Descansamos unos minutos y nos tomamos unos tragos para recuperar fuerzas. Ellos no dejaban de jugar con mi chorito. Yo para no ser menos, acostada en el medio jugaba con las dos pingas. Les acariciaba las tremendas bolas y enroscaba en mis dedos sus pendejos que eran solo rulitos. De pronto, con tanto toqueteo, los picos volvieron a pararse. Me subí sobre el que estaba a mi derecha y me senté en su pico, luego me recosté guatita con guatita. ¡Que rico!, la situación la manejaba yo. ¡cómo nos movíamos!. De pronto siento que a mi espalda urguetean mi poto. El otro negro introduce un dedo untado con saliva por mi ano. ¡Rico!, ¡muy rico!, lo movía muy bien. No me hice ningún problema. Era exquisita la sensación de tener ocupados los dos hoyitos. Así durante un buen rato. Muchos besos, caricias y el dedo moviéndose atrás. De pronto la cosa cambió. Sentí al negrazo recostarse sobre mi ...
... espalda intentando introducir su verga por mi ano. Puse mi mano tratando de evitarlo, pero ya era tarde. Con la estimulación mi ano se había dilatado y no oponía tanta resistencia como pudiera imaginarse. Sentía otra sensación, muy distinta a cualquier otra experimentada anteriormente . - Enculada y todo, estaba gozando a full. - Dos enormes picos negros dentro de mí. - Eso no lo había imaginado ni en mis sueños más afiebrados. - Me dieron duro. A cada golpe ambos negros trataban de introducirlo más, yo solo tenía que aguantar, no había escapatoria. Pero el dolorcito me gustaba, la causa lo ameritaba. Ambos negros acabaron nuevamente, yo también como nunca, pero salí del trance un tanto aporreada. Aporreada pero feliz. El gozo realmente había sido enorme. - Ya estaba bueno, no me sentía capaz de soportar otro ataque. Otros tragos y los negritos quieren repetir. Les digo que por el momento, basta. Que al día siguiente podemos reunirnos nuevamente. Eso les entusiasma, pero como un último favor me piden que les haga una paja de padre y señor mío. A eso no me opongo y a dos manos los hago acabar nuevamente. Entramos a bañarnos. Los tres en la ducha juntos. Me enjabonaron, me besaron, entre ambos me levantaban y tomaban del agua que corría por mi chorito. Fue delicioso. Yo lavé sus picos y no los sequé porque volvían a pararse. - Habíamos estado casi cuatro horas culeando y cuando salimos ya clareaba. Manejé hasta el centro de Viña con mucho cuidado. Sentía como un desvanecimiento ...