El nuevo entrenador
Fecha: 29/12/2017,
Categorías:
Gays
Grandes Series,
Autor: thescreamline, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Noah y hace un mes que soy entrenador de CrossFit. Podría decir que esta historia comienza un día de lluvia, pero esa sería una introducción pobre. Me invoca a que antes de ese día de lluvia no existía, cuando en realidad tengo una larga historia previa. Pero los eventos que me interesan narrar, comenzaron un jueves, a última hora de la tarde, después de cuarenta minutos de una lluvia violenta e inesperada. El grupo de las 18 terminó su entrenamiento y se acopló en la puerta de vidrio, dudando entre marcharse o esperar a que se calmara un poco. - Creo que va a terminar por inundarse todo el pueblo - analizó Valeria, mi amiga y coequiper en el entrenamiento. - ¿Trajiste paraguas? - No - respondí, negando con la cabeza. - Tampoco imaginé que llovería de esta manera. Y honestamente, creo que no tengo paraguas en el departamento. Ella se encogió en hombros, al tiempo que los alumnos de las 18 comenzaban a adentrarse en la lluvia y salir corriendo rumbos a sus vehículos, motocicletas o paradas de autobuses aledañas. Mientras los chicos se marchaban, nos quedamos en silencio mirando hacia el atardecer, acompañados por el sonido de las gotas en el tejado y la nueva canción de Luis Fonsi que en sólo una semana me había hartado de que sonara en cualquier bucle de Youtube que pusiera en la computadora. Me concentré en la intención de Valeria, probablemente la mía también. Salir de aquel lugar, asumiendo que nadie del grupo de las 19 vendría. - ¿Crees que...? - intentó ...
... preguntar. - Puedes irte - la interrumpí, con una sonrisa. - Tampoco creo que venga nadie y si vienen, puedo encargarme de la clase. Valeria sonrió, como si le acabara de dar un regalo de cumpleaños. Era mi compañera de equipo cuando, de una forma improvisada, nos convertirnos en entrenadores de CrossFit durante los últimos tres turnos del gimnasio Los Tigres Blancos, hacía alrededor de un mes. Previamente, éramos los alumnos más antiguos de CrossFit de aquel gimnasio. Fueron ocasiones puntuales en las que reemplazamos a Edgardo, el dueño y entrenador oficial, armando una clase para no mantener el local cerrado ante algún viaje o algún feriado donde el dueño no quería trabajar. Pero Edgardo tuvo un terrible accidente de autos hacía mes y medio. Y tras la posibilidad de mantener el gimnasio cerrado por tiempo indefinido, Valeria y yo, más los empleados oficiales que eran entrenadores de otros horarios, decidimos mantenerlo a flote y evitar su clausura. Evelyn, su mujer, se encargó de la parte administrativa a partir de allí, hasta que Edgardo saliera de la clínica de rehabilitación y pudiera reincorporarse a sus tareas cotidianas. - Bueno, es mejor si me voy - coincidió Valeria, sonriendo. - El pobre Esteban debe tener miedo de la lluvia. Sonreí al escuchar cómo Valeria denominaba a Esteban como si fuera un niño, cuando en realidad era el hombre adulto con el que se había decidido convivir. La ironía se percibía al instante, ya que si por Valeria fuera, Esteban moriría del pánico ...