Mis queridas y promiscuas nietas - Parte 1 - Agatha
Fecha: 17/03/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Esteban Quito, Fuente: computo.ru
... hacia mi cara y manos, que hermosa vista, ese culito rellenito y firme, con ese ojo rosadito, esa vagina que ya estaba brillosa por la excitación de su dueña elevaron mi calentura. Le pedí que siga chupando y no se hizo rogar, yo arremetí su ano con la lengua, y su vaginita con mis dedos, suavemente la comencé a masturbar, ella comenzó a gemir y suspirar, y cada vez se trataba de comer mayor porción de mi tranca, pero le hacía tope en la garganta, un par de veces le vinieron arcadas, pero volvía a retomar la acción, no se amedrentaba. Su esfínter pronto aceptó gustoso mi dedo gordo untado en mucha saliva, sin esfuerzo se lo comió todo, su vagina chorreaba jugos por sus piernas, le metí un dedito en la conchita despacito y suavemente, parecía un volcán, fuego puro. Y pensando en cojerme a la niña le llené la boca de semen, fueron cuatro chorros gruesos y abundantes, ella seguía teniendo apretada la cabeza de mi verga con sus hermosos labios sin dejar escapar una gota, cuando se dio cuenta de que no salía más lechita, se separó y le pegó un par de lenguetazos para limpiar bien la cabeza y se da vuelta mirándome con ojos lujuriosos, medios perdidos, con una calentura terrible, me pregunta si lo hizo bien. Le respondí que había sido genial, la mejor mamada en mi vida. Ella sonreía contenta, yo seguía con el dedo gordo metido en su culito, le pregunto si quería seguir jugando, a lo que respondió que si, que le estaba gustando, y me apliqué a chuparle bien la concha para hacer ...
... que llegue a su orgasmo, no duró mucho, cuando arremetí con el segundo dedo en el ano y le mordí suavemente el clítoris, me llenó la boca con sus fluidos, había acabado y se desmoronó sobre mis piernas. Tenía que aprovechar el momento de éxtasis de la pendeja, si no no aguantaría la verga dentro, así es que sin perder tiempo la puse a mamarme la verga de vuelta hasta que esta tomó dureza de vuelta, mientras yo seguía perforando su culo con los dedos de una mano y la conchita con los de la otra, cuando ya mi palo se puso otra vez bien duro busqué gel lubricante en la mesita de luz y luego de llenarle la conchita y el culi de lubricante, la coloqué boca abajo en la cama, le puse una almohada en la panza para elevar su cola , y le expliqué que al principio al entrar le dolería, pero luego sentiría rico como antes cuando había acabado. Ella no hablaba, solo asentía con la cabeza, me coloqué detrás de ella, apoyé entre sus labios mayores la cabezota de mi verga y penetré lentamente en su cuevita caliente, era muy estrecha pero también muy elástica, rápidamente se amoldaban sus músculos vaginales al grosor de mi palo, llegué a su himen y seguí empujando hasta que de repente este cedió y me incrusté hasta el fondo de su túnel vaginal, la cabeza de mi pija chocó conta su útero y ovarios, Agatha grito de dolor, y comenzó a llorar, pero ya estaba hecho, su virgo ya no estaba, en su lugar tenía ensartada una pija de 22x6cms
bien nudosa y dura como tronco. Lentamente se fue relajando y ...