El mejor apoyo que pude encontrar
Fecha: 26/12/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hetero
Autor: Afroditha33, Fuente: CuentoRelatos
Aquella noche había decidido separarme, después de 10 años de relación y 3 de matrimonio ya estaba harta de soportar las pendejadas de mi marido, pero donde iría? nos habíamos mudado al sur por el supuesto nuevo trabajo de él que tan solo le duró 6 meses y no había querido volver a la ciudad por vergüenza y porque creí que algún día se comportaría como el hombre de la casa, lo que jamás pasó. Sin dinero, sin amigos, con la rabia y con la vida deshecha salí con un bolso y mi auto, que era lo único que me quedaba. Conduje por más de una hora pe ro no me alcanzaría la gasolina ni el dinero para llegar a la capital y recordé a un tío de mi marido, ex a estas alturas quien lo había convencido de irnos allá, la verdad yo lo conocía muy poco, ni siquiera me caía bien, siempre sentí que me miraba con cara de depravado. Pero no tenía muchas opciones además estaba comenzando a llover. La distancia entre mi auto y la puerta fue suficiente para quedar empapada, y eso él lo notó inmediatamente, ya que no despegaba sus ojos de mis pezones realzados por el frío y la ropa mojada. - Pasa niña!, que haces tan tarde y con esta lluvia por acá, y sola?, como permite eso el bruto de mi sobrino? - La verdad no sabe dónde estoy, y no me interesa que lo sepa! - contesté con la cabeza agacha tratando de contener las lágrimas. - Comprendo, lo dicho mi sobrino es un bruto! bueno para nada! mira que dejar ir a una mujer así, tú te mereces más, un hombre de verdad, no un pendejo idiota! Trató de ...
... abrazarme, pero notó mi incomodidad. - Pero pasa, pasa! estas empapada ocupa la pieza de Aurora (su hija que vivía en la capital) ahí puedes cambiarte yo pediré que te preparen algo para que calientes el cuerpo mientras conversamos, si es lo que quieres claro. Solo atiné a dar las gracias y seguir hacia la habitación, la verdad estaba muy aturdida y no sabía bien que hacer o decir, pero al menos me sentí más segura y acogida. - No te quedes ahí, pasa al comedor, que prefieres comer algo, una sopa, un café?? - Por mi algo más fuerte! para anestesiarme un poco! - Ah ya veo! está mal la cosa parece, fuerte no tengo, pero te puedo ofrecer un buen vino, y todo lo que necesites para sacar fuera del pecho eso que traes! La verdad en ese momento, no le tome asunto al ofrecimiento, pero luego lo entendería. Así puso sobre la mesa de centro una botella de vino, que se notaba cara, un par de copas y una pequeña cajita metálica - Ven siéntate aquí - golpeando con la palma de la mano el lugar en el sofá junto a el - Vamos parece que me tuvieras miedo. - No, no es eso, solo no sé si esto es una buena idea, Ud. es el tío de... - Primero, no me trates de Ud., dolo llámame Aníbal, lo otro considérame un amigo, mira yo siempre supe que eras mucha mujer para ese pendejo, ese idiota nunca cambiara, si lo recomendé con mis amigos asa en la zona fue por mi pobre hermana y por ti. - Por mí?? - Si por ti, siempre supe que lejos de su papi ese pelele no sería capaz de mantener a un mujeron como tú, discúlpame ...