1. La madre de mi mejor amigo III Final


    Fecha: 24/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues

    Ver a mi amigo follándose a mi madre es algo superior a mi fuerzas, viéndole el empiezo a odiar y a pensar que si alguien tiene derecho a follarse a mi madre ese soy yo. Un viaje inesperado hace posible que mis deseos se hagan realidad. [ Amor filial ] Ver a mi amigo follándose a mi madre es algo superior a mi fuerzas, viéndole el empiezo a odiar y a pensar que si alguien tiene derecho a follarse a mi madre ese soy yo. Un viaje inesperado hace posible que mis deseos se hagan realidad. En un clima de tensión contenida preparamos entre los tres la cena. Cenamos con urgencia, los cuatro estábamos deseando acabar el trámite e irnos a la habitación para volver a jugar al juego que acabábamos de compartir. Pensé que Fernando y yo estábamos más salidos que las dos mamás, pero pasado un tiempo y habiendo sabido más cosas, creo que en ganas de follar andábamos los cuatro empatados. Amparo que siempre llevaba la voz cantante dijo: Jimmy espérate aquí unos minutos que te quiero preparar una sorpresa. Por su parte Fernando y mi madre, tan pronto Amparo salió de la cocina, se fueron al dormitorio, por el camino vi como mi amigo le echaba mano a las nalgas a mi madre , vi como le metía la mano entre los cachetes. Tuve la sensación de que Fernando era insaciable, pero también falto de delicadeza. Me fui a nuestro cuarto y la sorpresa que Amparo me tenía reservada era que me esperaba a cuatro patas encima de la cama, con su culo en pompa apuntando a la entrada y sus tetas colgando. Según ...
    ... ella me oyó entrar me pidió: Cómete mi culo, cómetelo entero que me da mucho gusto, dame lengua, dame lengua en todo mi culo que me vas a poner ardiendo. Y cuando ya me tengas a punto te pediré que me folles. Metí mi cara entre sus dos nalgas y lancé mi lengua al centro. Alcancé a la primera lo que andaba buscando, el ano de Amparo y a el dediqué lengua y esfuerzos, bien es verdad que la postura me permitía bajar a mi capricho hasta alcanzar su chocho y eso hice. Recorrer aquellos dos huecos con mi lengua me llevó al éxtasis, sentía el latido de mis sienes y el deseo explosivo de follar. Sin esperar más instrucciones ni ordenes, dejé la tarea, me puse de pie, enfilé mi verga a la entrada de su sexo y esta vez la penetré de un solo empujón. Te ha puesto cachondo comerte mi culo, yo lo sabía, sabía que te iba a gustar verme en cuatro ofreciéndote mi culo. Que bien me la has metido mi amor, me llenas el chocho con tu verga. Me vas a dar el coño de sí. Dame polla, cariño, dame polla bien duro. Yo mientras tanto me había agarrado a sus caderas y verme a mi mismo, entrando y saliendo de entre aquellos dos cerros de carne, con Amparo espatarrada ofreciéndomelo, me volvió loco. Sus tetas se bamboleaban con cada una de mis embestidas. Mi pareja, que era de orgasmo fácil me informó que estaba a punto de correrse y se corrió, y una vez se había corrido por primera vez me pidió que le metiera un dedo en el culo. Méteme un dedo, un dedo, un dedo en mi culo que me vas a matar de gusto. ...
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