1. Humillada por mi propia carne


    Fecha: 24/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la mesa intentando sentarme en la silla. El vientre empezó a hacerme sentir mal, con unas horribles ganas de vomitar. No había duda: la mujer de las fotos era yo. Era yo en la cama, con Juan en diversas posturas. Unas fotos que yo jamás había visto, jamás había conocido y que yo no sabía cómo pudieron ser hechas en la intimidad. Yo desnuda con Juan penetrándome por atrás, yo fotografiada mientras tomaba el aparato de Juan con mi boca, yo mientras Juan me follaba sobre el fregadero de su apartamento de soltero,...¿Pero cómo era posible?, ¿Cómo podía este tipo haberse hecho con esas fotos? ?¿Cómo era posible lo que me estaba pasando después de tantos meses?. Creí que me iba a desmayar Mientras él me miraba inmóvil, con su cara de cínico, yo continuaba ojeando las fotos, todas ellas de lo más comprometedor. Jamás había traicionado a mi marido y la única vez que me había deslizado había sido descubierta. Pero ¿por qué - me preguntaba- había querido humillarme así?. Después de unos segundos de silencio en los que se saltaron mis lágrimas y con los ojos aun empapados, dije: -Jorge -ese es su nombre- ¿qué es lo que deseas de mí?, ¿me estas chantajeando?,¿buscas dinero? Él me sonrió con su acostumbrada y odiosa sonrisa, mucho más despreciable en esta ocasión, y seguidamente replicó: -El dinero no me interesa, Por otra parte tú, señora Valverde, ¿o acaso cuando estemos solos puedo decirte Lucia?, te habrás preguntado cómo he podido obtener esas fotos. Pues te lo diré: muy fácilmente. ...
    ... Ha sido tu queridísimo Juan quien me hizo entrar en tu casa mientras hacías el amor. ¡Estaba lleno de deudas económicas y yo le ayude generosamente para resolverlas!. El dinero, ya te digo, no me interesa demasiado, aunque tampoco nado entre millones. Canalla, pensé yo refiriéndome a Juan. Luego miré a Jorge con los ojos asustada: si era rico y no necesitaba el dinero ¿por qué se había puesto a trabajar en nuestra agencia?,¿qué es lo que deseaba?,¿qué pasaría por su mente pervertida? Él, mientras, se había acercado y, de nuevo, sentí su mano posarse sobre la redondez de mis nalgas. Temblé, pero no me moví. -Bien, bien, bien -dijo mirándome malvadamente- veo que has comprendido enseguida cuál es mi interés. Si quieres que tu marido no reciba por correo esas fotos y descubra la traición de su amada esposa deberás hacer, de ahora en adelante, lo que yo te pida. Su mano, ahora había bajado hasta el borde de mi falda y estaba subiendo por atrás, suavemente, sobre mi piel desnuda. Se paró junto a la raja de mi trasero y sus dedos comenzaban a introducirse por el borde de mis braguitas. -Noooo -dije apartándome con violencia- no te permitiré ir más lejos. Déjame en paz o si no... -¿Si no qué...? ¡No hay nada que tú puedas hacer a menos que no quieras que tu marido vea estas fotos! Con un gesto extraño, tomó las fotos y continuó diciéndome: -Mejor aún, las dejaré sobre la mesa de su despacho de forma que cuando venga se encuentre enseguida con la sorpresa Agaché la cabeza. -Esta bien ...
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