1. El renacer de un viejo 1


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... entrepierna. Por un momento pensaba que se iba a hacer una paja, ahí, con la mano metida en el coño. Al final la ha sacado y la ha olido, con tranquilidad, profundamente. Vaya situación. La polla se me ha puesto como hacía mucho que no se me ponía. Me he vuelto a mi cuarto y tras encerrarme me he desnudado por completo y tras escupirme un par de escupitajos en la polla me la he meneado. Las tetas bamboleantes de Laila y esa imagen de ella oliendo sus manos húmedas del sudor y los fluidos de su coño han sido suficientes para que me corriese enseguida. Me he mirado la mano llena de leche y me la he llevado a la boca. Hummmm Hacía tiempo que no saboreaba la leche de un macho, aunque fuera la mia. Lunes 10 de marzo de 2006 Hoy me he levantado algo indispuesto, un poco mareado nada más, pero lo suficiente para que Laila se haya empeñado en bañarme. Al principio me he negado, en parte por vergüenza, pero sobre todo porque sabía lo que iba a pasar. Al final se ha empecinado de tal modo que no he podido negarme. Una vez en el baño, me ha ayudado a desnudarme y me ha sentado en un taburete dentro de la bañera para que fuera más cómodo para ella el lavarme. Como imaginaba, debajo de la bata no llevaba sujetador. Al inclinarse para enjabonarme podía ver sus enormes tetas, húmedas por el sudor moverse libremente. Está gorda, no es atractiva y huele a sudor, pero me excita tener tan cerca a una mujer después de tanto tiempo sin follar. Tras enjabonarme el pecho y la espalda ha pasado a ...
    ... los pies. Poco a poco ha ido subiendo hasta dejar para el final mi culo y mi rabo. -Levántese Juan, tengo que limpiarle bien por detrás. Obediente me he levantado. A esas alturas mi polla había pasado del estado de flácida a morcillona. Laila me masajeaba suavemente, sin guantes, lo cual era más excitante. Al empezar a lavarme el culo me ha hecho que me incline un poco y me ha introducido las manos entre las nalgas. -está un poco sucio. ¿No se lava después de ir al baño? Tiene los pelos llenos de caca El comentario hizo que me sobresaltara. Me gire repentinamente y casi le doy con la polla en la cara. Ella me sujetó con una mano, mientras que con la otra me agarraba el miembro. Una erección incipiente comenzó ante la mirada de Laila -Parece que esta quiere guerra. Empecé a balbucar escusas, pero el rabo ya estaba totalmente tieso. -No se preocupe . No es el primer viejo que lavo. No es la primera polla que limpio, y no sería el primer abuelo que se corre en mi cara. Aquello me dejó perplejo. Ella me dio un par de meneos, me sacó el capullo y por fin comenzó a enjuagarme. No pude evitar decirle: -Si tardas un poco más igual yo hubiera sido uno de esos viejos que comentabas antes. La muy cerda me miró a la cara, se escupió un gargajo en la mano y comenzó a meneármela otra vez. Me senté en el taburete, en parte para poder tocarle las tetas. Le pegué un tirón de la bata y le dejé una teta fuera. Ella seguí masajeándome el miembro. Yo solo podía gemir ¡puta!¡cerda! Con la mano ...