La prima de mi mujer
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos
... Juan tu cuñado te folla bien y te afloja esas calenturas que tienes. Primero se quedó un poco turbada, pero que me dices, me dijo, yo sería incapaz de engañar a mi marido, nunca lo he hecho y jamás se me ocurriría, que va, de eso nada, y vas aguantar con lo caliente que res so tonta. Le comente, que si no había pensado en las pocas ganas de follar que tenía el marido y que si llegaba tarde a casa y con pocas ganas de nada quizás sería porque hacía alguna que otra parada en algún sitio para desahogarse y que por eso la tenía a dos velas y no solamente el cansancio era motivado por el trabajo. Se quedó pensando. Pues no había caído. Yo... Es que... No sé. Tú crees que. Pero... No seas tonta, pues claro que sí, no te lo pienses. Cuando pruebes a mi marido sabrás lo que te has perdiendo durante todo este tiempo. Me lo pensaré me contestó. —Así que ahora mismo la llamo y quedo con ella para mañana por la tarde, te parece bien? —A mí sí. Pero como vas a conseguir que la desvirgue por el culo. De eso no me has dicho nada. —No seas impaciente, cada cosa a su tiempo pero te prometo que su culo será tuyo. Déjalo de mi parte. La llamó por teléfono y quedó con ella para el día siguiente sobre las cinco de la tarde. A continuación mi mujer puso la batería de la cámara de video a cargar. —Que va a hacer —le dije. —Ya verás que sorpresa se lleva mi prima. Tú déjame a mí. Lo único que tienes que hacer es subírtela a nuestra habitación. Nuestra habitación tiene un gran armario empotrado ...
... con puertas de láminas de madera orientables. Resulta una trampa perfecta como así ocurrió. Por fin llegaron las cinco de la tarde del siguiente día, yo dudaba que se presentara. Lo mismo al final no se decidía y no se presentaba... A los pocos minutos llamaron a la puerta, yo estaba súper caliente sabiendo lo que me esperaba, intente que no se me notara la excitación y fui a abrir la puerta. Allí estaba ella, preciosa. Un corto vestido de tirantas que se ajustaba a sus insinuantes caderas, el generoso escote dejaba entrever sus preciosas tetas y por debajo del vestido se veían unas hermosas piernas como columnas. Vaya monumento pensé. Se quedó en la puerta un poco cortada y sin saber qué hacer. La saludé hola Leonor dándole un beso en la mejilla e invitándola a pasar. No se decidía y yo insistí, pasa por favor, que no te vamos a comer jaja Entró en casa e intento darme alguna explicación la cual acallé con un beso en la boca. Las dos lenguas se encontraron. Mis manos pasaron a su culo levantándole el vestido y descubriendo el pequeño tanga que llevaba, cosa que aumento mi excitación. Sus manos pasaron a mi pantalón para tocarme el enorme bulto que hacía mi polla en él. Había perdido todo su miedo, cuñado supongo que lo sabes todo por mi prima, vamos fóllame que tengo el chocho empapado. —Espera, subamos a la habitación. La situé delante del armario, empecé a acariciarle su cuello y le bajé con mucha delicadeza las tirantas de su vestido. Se quedó tan solo su provocativa ropa ...