1. Esclava Rockera (parte 2)


    Fecha: 11/12/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: juan bedeseme, Fuente: computo.ru

    ... sentía la impotencia de no poder defenderse. Las manos acariciaban ese culo, luego con una de ellas, el hombre tomo el elástico de la ropa interior negra lo estiro y metió su mano. La humillación era mayor que nunca. Uno de sus gruesos dedos, se metió entre las nalgas, siguió acariciándola, y volvió a entrar, ahora dos dedos. Mar, inútil y desesperada, solo intentaba retorcerse y gritar. Los dedos fuero más profundos hasta tocar el borde de su ano. 
    
    Lentamente sacó su mano del culo de Mar, se puso los dedos frente a la nariz e inspiro profundamente. Sintió el olor como si oliera perfume, y no conforme con esto, puso los dos dedos en la nariz de Mar. Mar no podía creer, estar oliendo el olor de su propio culo. Todo esto era una humillación muy grande para ella. Quien reventaba de odio, pero no podía hacer nada. 
    
    El tipo, volvió a ponerse a las espaldas de Mar. Mar sintió como ponía las ásperas manos entre sus piernas, su piel suave sentía toda la rasposidad de esas manos, que fueron bajando de a poco. Cuando llego a las rodillas, sintió que la sangre le circulaba, le había cortado la cinta que las ataba. Siguió igual hasta el tobillo, donde volvió a cortar las otras ataduras. Ahora las piernas de Mar estaban libres, solo faltaba sus manos. Por fin, tenía una oportunidad de escapar. Mar se mentalizo en eso, no podía sentir pena por ella misma, solo había sido manoseada, tenía cosas más importantes en las cuales pensar, un objetivo claro. El tipo, solo estiro sus manos ...
    ... para pasar las manos de Mar, y cortar la última atadura. Mar ya estaba libre, era su momento, su oportunidad. Inmediatamente se quitó la mordaza, no le fue fácil ya que estaba muy pegada a su piel, pero pudo despegarla, y escupió lo que tenía en la boca. Tosió por el ahogo que le causaba eso. Miro, y vio que cayó un trapo rojo, empapado de su saliva. Pudo prestar más atención, y logro darse cuenta que no era solo un trapo, era ropa interior masculina, un slip, y eso no era lo peor, logro ve manchas. Ese sabor que sentía mientras estaba atada, no era más que orina, mierda y semen que estaban en los calzoncillos. Pero no podía pensar en eso, tenía que correr, e intentar gritar. 
    
    Mar apoyo un pie, levanto la otra rodilla para correr y comenzar a pedir ayuda, pero un calor intenso se hizo presente en su nalga derecha, casi simultáneamente, perdía todas sus fuerzas, y luego sus muslos se contrajeron todos al mismo tiempo. Mar no entendía que paso, pero estaba en el suelo, cansada, sin energía, nuevamente, además sentía olor a quemado. Y oyó ese ruido, el tipo tenía una tasar. Con la que le pasaba descargas eléctricas. 
    
    Mar estaba tirada boca abajo, con el vestido roto, que ponía todo su culo para la mirada de su secuestrador, que caminaba lentamente al lado de ella, que solo podía arrastrarse. Cuando Mar, quiso recuperar la conciencia, el tipo volvió a darle una descarga que casi la desmaya. YA no era nada, más que un cuerpo inerte que apenas podía respirar. 
    
    El tipo se ...