El negro Teri. - Relatos Eróticos

El negro Teri.

... acariciando mi nuca como tranquilizandome y me dijo no, dale, chúpala. Y le empecé a meter en mi boca suavemente, tenía que abrirla bastante porque esa cosa negra era bastante gruesa. Empecé a pasar mi lengua por su glande, uretra, me ayudaba con las manos para introducirla aún más dentro. La apretaba con los labios, y la desgustaba como un manjar, no sólo que me fui tranquilizando sino que a la vez estaba súper excitado, yo estaba recostado en el regazo de este negro chupándole su poronga sin miedo ni culpa. Teri llevó su mano a me pintó que estaba bastante duro, y también lo empezó a masturbar. Estábamos los dos en el mejor de los mundos, cuando el ruido de un camión que se acercaba interrumpió súbitamente nuestro idilio. A la velocidad de la luz nos acomodamos, como si estuviéramos dormidos. Seguimos trabajando en las siguientes 4 horas como si nada. Pero ambos pensábamos, que esto no va a quedar así. Continuara.