El portillo de Luisa - Relatos Eróticos

El portillo de Luisa

... potro y ató sus muslos con las correas luego chasqueando los dedos llamó a Fuego para que siguiese en su labor.
Después me pidió que soltase al burro y este sin que ninguno de los presentes le conminara se fue a montar en la grupa de Luisa lo hizo como si lo hubiese hecho siempre, le monto y empezó a embestirle pero su tranca resbalaba por los culos, pero ella se mantenía firme hasta que en la cuarta embestida atinó por fin en la vagina de Luisa , empujó con fuerza, a cada embestida Luisa gemía como una posesa,solo pedía mas y mas y maaaaaaaaaaassssssss......
El burro empezó  a empujar mas  lento, despacio mientras Fuego seguía entre las patas traseras del burro lamiendo el coño de Luisa, estaba tan fuera de mí que sin pensarlo fuí  a la boca de Luisa y le metí la polla hasta la garganta, agarrándola por el pelo me corrí en su boca, pero me sorprendió tragándose todo mi semen.
-No esperaba que tardases tanto!!! me espetó.
El burro bajó de su grupa, y Fuego seguía lamiendo a su dueña, pero entonces ella me dijo:
-Follame el culo, lo estoy desando!!
Me situé en la posición del burro y le metí un dedo por el culo,despacio sin prisa, despues dos,luego tres.....
Masajee sus nalgas, sus ...

... caderas, fui recorriendo sus muslos del exterior hacía el interior, subí hacia su coño y allí en su clítoris le acaricié hasta que sus jadeos eran muy ostensibles, aprete con el pulgar y el indice hasta que se corrió entre convulsiones.
Metí la polla hasta el contre en su culo, mis manos apretaron sus tetas, las magrearon jugando con sus pezones, mientras sus gemidos eran más fuertes, le iba lo duro ó era que Fuego seguía trabajando a destajo, porque aquel perro hacía bien su trabajo....
Empecé embistiendo, sin miramientos, agarrando sus caderas y empujando con ganas, la verdad es que gustaba lo que le hacía y por lo visto a ella también, porque no dejaba de gemir, hasta que se corrió con un chorro de su vagina y le temblaba todo el cuerpo, se estaba escurriendo menos mal que estaba sujeta por las correas, pero ahí no acabó la noche.....
La solté  y la llevé a la casa, la acompañé a la ducha, tras ducharla la deje en su cama, me duche y cuando iba acostarme estaba esperando en el umbral de su habitación toda sensual y pidiendo que duerma con ella.
Accedí y antes de dormir follamos  despacio, sin invitados, pero follamos y dormimos abrazados hasta casi el mediodía.......

CONTINUARA