Mi primera vez con una mujer madura - Relatos Eróticos

Mi primera vez con una mujer madura

... nos vamos para el barrio? - Ok. ¿Nos vamos a mi casa? No están mis padres - dije yo. - Mejor vamos a la mía. Vivo sola.Apenas habíamos entrado en su casa cuando me arrojó contra el sofá y se tiró encima de mí como una loba. Me empezó a besar, me quitó la camiseta, me bajó los pantalones y agarrando mi polla con una mano y con la otra me agarró el culo, empezó a chupar mi polla como una loca. Yo estaba un poco intimidado pero me dejé llevar y la dejé hacer a ella. Después de chupármela durante un rato, se desnudó mostrando su redondo cuerpo con sus grandes tetas y su enorme culo. - Cómemelas tetas.Empecé a lamer sus rosados pezones mientras que con mis manos agarraba fuertemente su culo. Tenía mi polla a tope. Me tumbó, se puso encima de mí, tomó mi polla con su mano, me puso un condón, se la introdujo en su rasurado coño y me empezó a cabalgar a un ritmo frenético. Yo estaba a punto de correrme y ella que lo notó, se apartó y se tumbó boca arriba con las piernas abiertas. Se empezó a masturbar y a meter los dedos mientras yo la observaba. No me lo podía creer, estaba un poco alucinado.Me puse encima de ella y se la metí hasta los huevos. Notaba su ardiente y húmeda vagina. Mi polla entraba y salía una y otra vez hasta que no pude aguantar más y me corrí.Me sentí un poco mal porque no había aguantado mucho. Así se lo dije y ella se echó a reír: - Siempre pensáis en lo mismo los tíos. - ¿Tú te has corrido? - Me he corrido una vez. Ha sido corto pero intenso. No ha estado nada ...

... mal.Nos fumamos un cigarro y nos tomamos una cerveza sentados en el suelo. Me pidió que la diese un masaje en la espalda y nos fuimos a su habitación. Se tumbó boca abajo y yo me puse encima de ella, sentándome sobre su gran culo. Empecé a darle un suave masaje a lo largo de su espalda, bajando y subiendo despacito desde su cuello hasta su cintura. Mi polla, que estaba descansando encima de su culo, más concretamente entre sus nalgas, se empezó a poner dura otra vez y ella que lo sintió, se echó a reír: - ¡Vaya! Parece que tu soldadito tiene otra vez ganas de guerra. - Cómo no, estando sentado donde estoy. - Estás sobre mi culito. - Culito? Culazo diría yo. - Jajajaja ¿Te gusta? - Hummmm…me encanta – mientras decía esto, mis manos únicamente masajeaban su gran culo.Sin saber cómo pasó, me vi dando besitos a su culo, acariciándolo suavemente mientras ella ronroneaba como una gata. En un momento dado ella separó un poco sus nalgas con las manos y me enseñó su rosado ano. Yo quedé prendado con esa visión. Empecé a acariciarlo con un dedo, ella gemía suavemente. Me chupé el dedo, y empecé a introducirlo despacito: - Hummm – dijo ella- despacito, muy despacito.Mi dedo entraba y salía de su culo una y otra vez, despacio, muy despacio. Me decidí y la metí dos dedos. Ella se estremeció pero entraron sin problemas. Ella acariciaba su clítoris mientras yo le metía dos dedos por su enorme culo. Yo estaba excitadísimo y metí un tercer dedo. Ella gemía y decía entre susurrosmás…más Yo no ...