Mi primera vez con una mujer madura - Relatos Eróticos

Mi primera vez con una mujer madura

Siempre he sentido cierta atracción por las mujeres mayores que yo, me da mucho morbo imaginarme en la cama con ellas desnudas, gimiendo, sintiendo el ardor de su sexo sobre mí…, no sé el porqué, pero me pone muy cachondo. La primera vez que me acosté con una mujer madura fue hace mucho tiempo, tenía yo unos 20 añitos. Os cuento como fue.Había una perfumería en mi barrio a la que yo solía ir de vez en cuando a comprar champú, gel, cuchillas de afeitar etc. donde trabajaba como dependienta una mujer de unos 45 años, pelirroja, rellenita, con pechos grandes y un culo grandecito. Siempre que me atendía me decía algún piropo como que pelo más bonito tienes, qué chico más majo o cosas así. Yo la sonreía y respondía en plan tú que me miras con buenos ojos y nos echábamos unas risas.Una tarde que fui a comprar, tras terminar de pagar, antes de salir por la puerta me dijo: - Oye, que te olvidas el ticket. - No me hace falta, no te preocupes – respondí yo. - Guárdatelo porque te puede salir la compra gratis si el nº del ticket coincide con el sorteo de la ONCE del viernes. - Ah, gracias – dije yo mientras me guardé el ticket en la bolsa de la compra.Mi sorpresa fue que cuando llegué a casa y saqué lo que había comprado de la bolsa, vi que en el ticket por detrás había escrito a bolígrafo ¿Te apetece tomar un café? Llámame y un nº de teléfono. Yo me quedé un poco alucinado y estuve pensando toda la tarde en si llamarla o no. Me doblaba la edad y no me gustaba la idea de meterme en un ...

 lío porque no sabía si estaba casada o si tenía novio, qué era realmente lo que quería de mí o si yo quería algo con ella. Ciertamente que ella me atraía pero la diferencia de edad me echaba para atrás.Pasaron un par de días y decidí llamarla para ver que sucedía. Estuvimos hablando un rato un poco cortados de cosas intrascendentes hasta que me dijo que yo le gustaba pero no para tener una relación, sino para tener un rollo. Yo me quedé en silencio y la propuse quedar a tomar algo o a ir al cine pero fuera del barrio. Yo no quería, ni ella tampoco, que nos viese nadie juntos. Ya sabéis cómo es esto, la gente empieza a hablar y yo lo último que quería era que se enterase mi familia y amigos de esta historia. Lo mismo me dijo ella.Quedamos un viernes y fuimos al cine y después a tomar unas cervezas a un pub. El ambiente era distendido pero había algo invisible que no dejaba romper el hielo entre los dos, hasta que me decidí a atacar. - Así que te gustaría enrollarte conmigo ¿no? Vaya, vaya… - jajajajaja – rió ella - para eso hemos quedado ¿no te parece una buena idea? - Hombre, la verdad es que me das mucho morbo – dije yo – Y no estaría nada mal.Apenas terminé de hablar cuando de repente ella se lanzó sobre mí y me empezó a besar desesperadamente. Yo la abracé y empecé a sentir su voluptuoso cuerpo junto al mío. Uffff me empecé a poner cachondísimo y mi polla empezó a crecer. Ella la notó y dijo: - ¿Y qué hacemos con ésta? - Pues no sé, tú me dirás. - ¿Y si cogemos un taxi y ...