Mi esposa y un colombiano a solas - Relatos Eróticos

Mi esposa y un colombiano a solas

... sintiendo esa verga bien a fondo.El colombiano escupió en sus dedos y trató de meterlos otra vez por la entrada trasera de mi mujercita. Entraron dos con facilidad y comenzaron a hacer un movimiento giratorio dentro del ano, dilatándolo para lo que vendría después…Anita ya estaba entregada, gimiendo con su cabeza enterrada en la almohada, sus firmes tetas contra el colchón. Su trasero en pompa, esperando ser penetrado analmente después de tantos preparativos.“Ayyyy… despacio, por favor!” Gimió Ana, al sentir esa verga en su culo.“Parece que su marido no le da por el culo con demasiada frecuencia…”Ana siguió gimiendo, señal que la pija del colombiano era realmente gruesa y le costaba traspasar ese estrecho esfínter. Finalmente lo logró y ella suspiró aliviada.“Ahora mi amor se va a relajar y a gozar como una buena puta…”Entre los quejidos de ella y los jadeos de él, vi desaparecer esa verga enorme completamente dentro del ano de mi delicada mujercita.Comenzó a bombearla y pronto los quejidos de ella se convirtieron en suaves suspiros, por lo que me imaginé que estaba empezando a gozar de ser sodomizada. Un ligero movimiento de caderas yendo al encuentro de esa pija dura, lo delataba.Le bombeó el culo por un largo rato, arrancándole otro nuevo orgasmo bien gritado por Ana. Le azotaba el trasero con una mano y ella se reía en lugar de expresar dolor.Finalmente el colombiano aceleró el ritmo y de repente se quedó quieto, como fulminado y aferrado a las caderas de mi esposa. Entonces supe que había acabado, llenándole el delicado culo de semen.Muy despacio abandoné el baño y regresé al pasillo, para que el colombiano me encontrara allí al abrir la puerta.Quería ver si me agradecía el hecho de entregarle mi mujercita…