1. Mi esposa y un colombiano a solas


    Fecha: 05/12/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... cabeza.“Ahora mi puta va acostarse en esa cama y abrirá esas piernas para mí…”Mientras él se desnudaba, mi mujercita se acostó boca arriba en la cama, levantándose el sexy vestido rojo hasta la cintura. Todavía llevaba puesta una diminuta tanga de seda negra. Pude ver que ese pedazo de tela ya estaba completamente empapado.Enseguida ella comenzó a masturbarse mientras lo esperaba; metiendo sus dedos por dentro de la tanga. El hombre la miró y comenzó también él a sobarse la verga, mientras disfrutaba del placer visual de mi esposa haciéndose la paja.Ana finalmente acabó; retorciéndose de placer y gimiendo como una perra. Luego se quitó la tanga mojada y se la arrojó a su amante, que la tomó entre sus dedos y la olfateó muy despacio.Mi esposa abrió sus largas piernas al máximo, dejándose puestos sus tacos altos y el vestido arrebujado en la cintura. Lo miró al tipo con lascivia…Pude ver cómo se acercaba a ella. En lugar de metérsela, comenzó a jugar con su verga sobre los labios vaginales de Anita, que gemía sintiendo esos golpeteos sobre su inflamado clítoris. El colombiano le daba suaves golpes con la cabeza y ella jadeaba con cada contacto. Amagaba metérsela, pero enseguida volvía a retirarse, dejando a mi esposa más caliente que nunca.“Por favor, no me hagas desear más…” Dijo ella desesperada.“Mi puta quiere sentir mi verga allí adentro…?” Le preguntó con malicia.“Sí…” Alcanzó a decir Ana en un suave susurro.“Pues entonces, señora… va a tener que suplicarme que la ...
    ... coja…”“Soy tuya… podés hacerme lo que quieras…” Suplicó ella casi llorando.De un solo empujón violento se la metió hasta los huevos y comenzó enseguida a moverse dentro de ella. La cogió salvajemente en posición de misionero y pronto le arrancó un nuevo orgasmo a mi delicada esposa.“Vamos puta… grita para que ese cornudo te oiga allí afuera…”Anita no necesitaba que se lo ordenara; comenzó a gemir y jadear mientras sentía la venida de otro orgasmo infernal.“Así me gusta… apuesto que su marido no la coge tan bien como yo…”Mi mujercita se retorcía de placer, tratando de que esa verga dura no se escapara de su cuerpo. Ahora tenía los tobillos apoyados en los hombros de su amante y él aprovechaba para darle embestidas cada vez más profundas, sin demostrar nada de misericordia…Mientras se la cogía con todo, una de sus manos descendió por la espalda de Anita hasta encontrar su estrecha entrada trasera. Intentó meterle un dedo pero no pudo. Entonces le metió ese mismo dedo en la boca a ella, para lubricarlo con su saliva.Le dio una fuerte palmada en las nalgas y volvió a intentar meter ese dedo lubricado en el culo de mi esposa. Ella se debatió un poco, diciéndole que esa verga era demasiado grande para que cupiera en su estrecho ano.“Cállese puta, ahora va a sentir mi verga dura en su culo…” Le dijo.Entonces se salió de ella y la hizo voltear sobre la cama, quedando en cuatro. La tomó por las caderas y le penetró la concha nuevamente, con más energía y brutalidad.Ana gritó como una posesa, ...