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Cogiendo con una extraña de nombre Ángela
Fecha: 03/12/2017, Categorías: Hetero Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... huevos chocaron con su concha. Comienzo un taladrar incesante que en unos segundos tenía todo mi cuerpo bañado en sudor y a aquella chica gritando: Por Dios, me estas rompiendo el culo bien rico. Quizá ha sido el culo que con más fuerza le he dado y el que más tiempo en una sola sesión ha aguantado. No sé y nunca le pregunté cuántas veces se corrió, pues aquello por largos minutos se convirtió en un escándalo que creo todos los vecinos del edificio, tuvieron que escuchar a Ángela gritar: Que rico me parten el culo. También fue la primera vez y única vez que le he pedido a una mujer que me mame la verga después de cogerle el culo. Ángela no lo pensó, no dio excusas y solo vio mi verga erecta que segundos antes le perforaba su rico culo y comenzó a mamarla. Solo fueron dos minutos, pues le he dejado ir una espectacular corrida que mi semen contrastaba con los oscuro de su tierna piel. Sus ojos azules se cerraron cuando mi corrida le dejaba salpicada su lindo rostro. Recuerdo que entramos a su baño para limpiarnos y ella entró a la regadera y se daba una ducha. Pensé que continuaríamos aquella faena, pero fue Ángela la que me pedía que me fuera: Hazme el favor de salir de mi condominio y deja con llave la puerta. –dijo. Eso fue lo que hice, y sorprendido me ...
... he alejado y me he ido a mi condominio una puerta mas allá. Pasé aquella tarde pensando en lo que había vivido con mi vecina extraña y me daba la tentación de ir y volver a tocar la puerta de nuevo. No lo hice hasta días más tarde, pero aquella puerta nunca se volvió abrir para mí. Meses después le preguntaba a mi otra vecina de nombre Desiré y con quien ya teníamos varias experiencias sexuales si conocía a mi vecina del otro lado: - Se refiere a la consejera Williams… Ella se movió de aquí hace algunas semanas. Trabaja para la ciudad… es la fiscal del condado. Desiré me dio los pormenores de la mujer que yo pensé tenia máximo 30 años. En realidad tenía 40 años, nunca se había casado y era abogada de profesión. Un día simulé ir a su oficina para algunas preguntas legales y obviamente me reconoció. Le hice la plática para recordar aquella experiencia: - ¿Por qué el misterio? ¿Por qué nunca volvió a abrir la puerta? - Sr. Zena… recuerda que le dije que mi fantasía era ser poseída por alguien extraño… pues bien, a usted ya lo conozco… no tiene para mi emoción que vuelva a pasar. Le voy a decir algo para alimentar su ego: Usted coge rico… la cogida que usted me dio, es una que recordaré siempre y la que me incitará a algún día a masturbarme.