Atada a la cama de Esteban - Relatos Eróticos

Atada a la cama de Esteban

Atada a la cama de EstebanAl poco tiempo de casarnos discutí una noche muy acaloradamente con Víctor y estuvimos sin hablarnos por dos días enteros. El motivo de la pelea es que no me simpatizaba en absoluto la forma de tratar a sus antiguas amigas de su soltería, las muy turras se le regalaban adelante mío y él se hacía el distraído…Dos noches después estábamos acostados, cuando recibí un mensaje de texto de Esteban, un antiguo compañero de Víctor, con quien había hecho buena amistad…Víctor se hizo el distraído, pero después me arrebató el celular y verificó quién me había enviado ese mensaje.“Claro, después la señora se hace la ofendida”. Refunfuñó antes de darse vuelta…Al día siguiente él se fue a trabajar y yo me quedé en casa. Esa tarde había quedado en ir a visitar a Esteban para llevarle unas cosas que le enviaba Víctor.Nunca supe por qué se me ocurrió algo así, pero me vestí demasiado sexy para la ocasión. Incluso me puse ropa interior con encaje negro.Golpeé la puerta de su casa. Esteban me recibió sonriente y me hizo pasar rodeándome por la cintura, con un vaso de cerveza en su mano.Le estampé un beso de lengua ahí mismo, estaba tan enojada con Víctor que quería vengarme de alguna manera. El gusto a cerveza en sus labios era insoportable…Esteban me adivinó el pensamiento, porque me dijo que había tomado muy poco.Me dejé conducir hasta su habitación, mientras se tambaleaba por su evidente estado calamitoso después de tantos vasos llenos…Lo ayudé a sentarse en la ...

... cama y me subí a su regazo, besándonos como si fuéramos novios. Esteban estaba medio adormilado, pero me acarició la cola por encima del vestido. Al hablar se notaba que él no estaba del todo lúcido, pero no me importó y seguí buscándolo y provocándolo. Necesitaba vengarme de Víctor y lo haría con él.Me pasó la mano por la entrepierna, rozando ligeramente mi pubis, que a esta altura ya se estaba humedeciendo un poco. Subió sus manos y acarició mis tetas también por encima de la ropa, sostuve sus manos con las mías por un momento y lancé un gemido sólo para motivarlo más.Me sacó el vestido y siguió acariciándome despacio, me sentó otra vez encima de él y me siguió besando mientras me manoseaba todos los rincones de mi cuerpo.Me tiró hacia atrás y me dejé caer, se sacó la remera y se me tiró encima.“Me gusta esa tanguita negra” Balbuceó, sacándome la lengua de la boca.“Te gusta? Me la puse para que puedas sacármela con los dientes” Le dije.Se puso de pie algo tambaleante y se sacó el pantalón quedando sólo en slip. Luego me deslizó suavemente la tanga hasta mis tobillos y se quedó embelesado contemplando mi cuerpo desnudo, en especial mi vulva depilada.Esteban puso sus manos sobre mis pezones ya erguidos por la mezcla de excitación y frío, acariciándolos suavemente. Me propuso algo, susurrando en mi oído:“Quiero jugar un jueguito… te va, nena?”… Pero enseguida continuó diciendo:“No sé para qué te pregunto, hoy vas a ser mi yegua y vas a hacer lo que yo te diga”Sus palabras dichas ...