Jarochos muy calientes. - 1 - - Relatos Eróticos

Jarochos muy calientes. - 1 -

... Su estupendo cuerpo estaba ahora delante de mí, en cueros, acostado en la cama roja : un hermoso muchacho ofrecido a mi mirada, y pronto a mi pasión devoradora...

Lo que me sorprende es que no tiene pelo, sólo se puede ver que se ha rasurado la parte inferior del vientre, pero el resto es totalmente lampiño, una piel lisa y firme. Su cuerpo es muy bien proporcionado, y no puedo resistirme a acariciar las protuberancias duras de sus abdominales. Siento que las está contrayendo bajo mis dedos. Qué perfección ! Mi mano continua su exploración y llegando a sus genitales, agarra su miembro : es suave y flácido. Por no estar en erección, tiene sin embargo dimensiones descomunales !
- "Ya mediste tu verga ?... Cuanto mide... empalmada ?
- "Casi 20 centímetros... pero depende cómo la midas... un tipo me dijo que estaba mucho más larga... jejeje...
- "Y esos testículos !!! Ufff... cuanta leche debes tener guardada en tus huevos !!"
- "Tienes razón... en eso, no te decepcionaré... en una noche estoy capaz de venirme hasta tres veces seguidas... Y, por la mañana siguiente, sí me masturbo, tengo ya las bolas de nuevo llenas !..."
El muchacho me hizo una pregunta :
- "Puedo pedirte algo ? Sabes lo que me vuelve loco ?... que me comen el ojete !... jejeje..."
- "Y luego que te la meten ?..."
- "No estas bien ?... Cuidado ! no lo intentas !... Sólo quiero sentir una lengua lamerme el ano... Eso me vuelve loco !"

El joven Jarocho se puso a lo perro. Su culo era bastante majo, ...

... sólo se notaba un poco de vello en la raja y junto al agujero, lo normal. Decidido, le separé las nalgas y ví la "flor" de su ano, un agujerito negro, virgen, que me habría tan gustado penetrar con mi falo... Hundí mi cara en ese bombón, y empezé a lamerle con ganas, intentando que su agujerito se abra a la presión de mi lengua. Estuve un buen rato lamiéndole, y me gustaba a morir. En eso solté sus nalgas, y mi cara y mi nariz quedaron "aprisionadas" entre sus glúteos musculosos, pero sin dejar de lamer. Así mis manos quedaban libres para agarrarle la polla y los huevos. Le pegaba pequeños mordiscos en sus nalgas, se las lamía y le pasaba la lengua, recogiendo y saboreando el ligero sabor salado de su sudor. El muchacho emitía un gemido continuo, un sonido que me estaba poniendo superexcitado, y que me señalaba que lo estaba haciendo bien. Quería comerme a ese muchacho... quería tragármelo ! Nunca imaginé que podía llegarse a tal nivel de excitación. Estaba temblando ! nervioso perdido ! muerto de hambre de chicos ! Me metí por entre sus piernas y me puse a mamársela en plan bestia. Lo agarré por sus nalgas para que no se me escapase, y me puse a comerle la verga. La tenía totalmente erecta. El chico me agarró la cabeza y empujándome varias veces, hizo que me tragase su polla entera, llegándome hasta la garganta... Ahora sí que su miembro estaba entero en mi boca !... mmm... Ante mí, tenía un panorama soñado : un gimnasta, joven, pegándome embestidas con su verga en mi cara ! ...