Gemidos en la playa. - 2 - - Relatos Eróticos

Gemidos en la playa. - 2 -

... esta cogiendo le contesta : "Esta es una puta perra, no se conforma nunca, ponla a mamar y después se la metes tú también !"  El nuevo partecipante no se hace rogar, y se saca un cipote gordo y prieto que pone de inmediato entre mis labios. Pienso que cuando esto entrará en mi culo, por cierto voy a gritar !... Apenas me cabe en la boca. El primero negro, atrás de mí, se pone aún más excitado con esto, y sigue dándome golpes de polla, mientras que el viejo se ha sentado cerca con su rabo en la mano, y viendo el espectáculo se masturba.

Luego de un buen rato en el que gimo, suspiro y casi me ahogo, el negro que me está penetrando por el culo, le dice al otro si quiere cambiar. Y el nuevo llegado no se demora mucho. Viene entonces a mi boca la polla que me estaba penetrando, con sabor a culo, mientras el machote acomoda su cipote descomunal, y empuja sin compasión. Como lo había pensado, tengo que gritar : el dolor me paraliza las piernas, y el machote empuja aún más adentro su enorme rabo negro. Adelante el primero tío explota en mi boca, y el chorro de leche casi me ahoga. Trago un poco, y otro poco sale por las comisuras de mis labios. Casi llorando a causa del dolor en mi culo, recibo también el semen del negro viejo quien se ha acercado a mi cara, brotando bastante leche en mi nariz. Hago mueces por el dolor que causa en mi interior la barra caliente que tengo clavada adentro. Provoca una sensación indescriptible, es como si me hubieran abierto un agujero enorme entre ...

... las nalgas, como si algo me quemara, algo que sigue dentro de mi, moviéndose acompasadamente, sin descanso. Aunque dos de ellos se han ya corrido, no dejan de disfrutar el espectáculo, y manifestan su asombro ante la tremenda clavada que me esta dando el tercero. Yo pido por favor que ya termine, y en eso el machote negro lanza un estertor, y me clava más hondo aún... Mi grito se confunde con su grito, y algo caliente me inunda. Cuando siento el enorme pollón salir de mi cola, el viejo dijo : "Le partiste el culo de verdad !... Mira, està echando sangre !..."

El machote se limpia su cipote con un pañuelo que saca del bolsillo, y luego se aleja sin dirigirme una mirada. Los otros dos comentan que ha sido algo único lo que han visto, y luego se alejan también, mientras que yo me dejo caer sobre la toalla que esta en el suelo. Estoy oliendo a muchas cosas : a sudor de negro, a leche, a culo. Y sobretodo mi ano me arde. Mi verga pero esta dura aún, porque no me he corrido. Saco una botella de agua de la mochila y me lavo un poco. La sangre no es mucha, tal vez de uno de los pliegues del culo que ha cedido antes las embestidas del animal que el machote tenía entre las piernas. Luego me acuesto boca abajo sobre la toalla y cierro los ojos. Después de haber tenido anoche el culo destrozado por los dos jóvenes pescadores, no me esperaba que sólo unas horas después me follarían de nuevo tan salvajamente. A este ritmo mi estancia en Bahía Solano permanecerá grabada para siempre en mi ...