Mi Experiencias I - Relatos Eróticos

Mi Experiencias I

... puedes escoger entre fría, tibia o caliente. 
-	Que no vale ya te dije que no me quiero bañar. 
-	A pues vale ¿y a ti que te pasa que estás a la defensiva? 
-	No vale para nada. Solamente que no quiero causarte molestias. Eso es todo. 
-	Pues para que lo sepas sí me la estás causando cuando desprecias el ofrecimiento que te hago. 
-	Pero si no lo necesito, 
-	¿Ves la vaina? Eso sí que me molesta. Que sigas así de complicado. Anda ven – y me toma de la mano- vamos para que conozcas mi cuarto. 
-	No es necesario-le digo pero igual me dejo conducir. 
-	Llegamos hasta la habitación que está al final del pasillo después de dos habitaciones más. Es una estancia amplia y acomodada.  
-	Esta es mi humilde morada-me dice mientras hace una reverencia- Espero que te sea cómoda aunque no sea tan espectacular como la tuya. 
-	Tú sí que eres payaso. -Le digo y el ríe a gusto. 
-	Anda, ponte cómodo que yo voy a hacer lo mismo. Haz de cuenta que estás en tu casa.-de inmediato empieza a desvestirse e insiste- pero apúrate cristiano que tengo mucha hambre. –me señala hacia un mueble que está cerca de la mesa donde hace sus tareas- Coloca ese morral allí en ese mueble. 
Se había quedado en bóxer y obviamente que la prenda le reafirmaba el tremendo paquete que se gasta. La manguera como un culebrón lo tenía semi empalmado y a un lado. Esa vista me turbó en verdad y por un momento quise que estuviera totalmente desnudo para verlo tal cual era. Con todo desparpajo y muy displicente ...

... se mete la mano y se lo acomoda mientras propone:
-	Vamos a bañarnos juntos para ganar tiempo. 
-	Báñate tú primero que tienes que cocinar. 
-	Ajá pero si nos bañamos juntos ganamos tiempo. 
-	Ganamos tiempo para qué. 
-	A pues, para estudiar. O es que tú crees que la tarea no requiere de tiempo. Ay vale estás quedado. 
Pensé que en eso de ganar tiempo tenía razón y accedí. 
-	Esta bien. En eso del tiempo para la tarea te doy la razón pero no que estoy quedado. 
-	Entonces no se hable más y vamos. 
-	Esta bien vamos.
-Acepto y me quito los zapatos y las medias, luego la camisa y cuando me saco el pantalón caigo en cuenta que tengo una erección que no puedo controlar y no quiero ponerme en evidencia. Voy a retractarme cuando Jhon se me acerca tomándome de los hombros y me empuja suavemente hasta el baño. Entramos y yo estoy como un  autómata sin voluntad y me dejo llevar. Jhon se quita el bóxer y queda totalmente en cueros delante de mí. ¡Cielos que hermosura de cuerpo tiene!, mejor dicho: ¡Que animalón tan grande, largo y grueso que se gasta! Me quedó atónito: 
-	Termina ya de quitarte eso, desvístete.
Me dice pero en verdad que no le escucho. Estoy como hipnotizado y mi mirada no se aparta de su pito que lentamente y como por arte de magia empieza a desperezarse y en fracciones de segundos se muestra en todo su esplendor esa macana de casi dieciséis centímetros de largo y unos cinco centímetros de diámetro, semi curvado hacia arriba  cubiertos de copioso vello ...