Nunca sabes cómo acabará la noche
Fecha: 23/11/2017,
Categorías:
Primera Vez
Voyerismo
Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos
... anímate, imagina que yo soy el que está sentado viendo tu baile. -yo no me movía y no lo hubiera hecho si él no hubiese agregado- Hazlo, anímate, hazlo. No estaba segura de poder, pero si eso hacía feliz a Javier lo intentaría. Me acerqué y cogiéndole de la mano me lo llevé a la zona privada. Carla aún estaba bailando cuando llegamos. Esto me hizo sentirme más segura. Si las cosas se salían de madre podría ayudarme. Al contrario que las bailarinas yo iba muy vestida, con ropa de calle. Senté a mi “cliente” en uno de los sillones y me puse frente a él. Empecé mi baile. Lo hacía tan sensualmente como sabía. Me desabroché la blusa, dando giros como queriéndome esconder. Quedé finalmente de espaldas a él con la blusa totalmente abierta. Lentamente la deje caer sobre mis hombros y resbaló por mi espalda hasta caer a mis pies. El primer paso ya estaba dado. Tomé conciencia de que lo estaba sucediendo realmente. Me di la vuelta con los ojos cerrados. Seguí bailando sin parar, en esos momentos la música era mi droga. Me aproximé y sentándome sobre sus rodillas recogí mi cabello con las dos manos. Cerré los ojos. Lo entendió rápidamente liberándome del sujetador que quedó en sus manos. Estaba en topless sentada en el regazo de un extraño. Me sentía vulnerable. Abrí los ojos. No sé lo que esperaba ver, pero me recibió con una grata sonrisa, como la de un niño abriendo su regalo de cumpleaños. Esto hizo que las cosas fueran un poco más fáciles para mí desde ese momento. Los nervios ...
... casi iban desapareciendo. Miré a Carla que seguía su baile. Su mirada se cruzó con la mía en ese instante. Sonreímos. Me envalentoné. Me incliné hacia adelante y froté mis pechos contra su camisa. Me alcé un poco y puse uno de mis pezones muy cerca de sus labios. Temía que iba a lanzarse a chuparlo, morderlo o algo así, pero no lo hizo. Solo hizo un gesto señalándome los pantalones. Yo le respondí con otro, ven. Se puso en pie, se acercó y desabrochó mi pantalón. Vi su mirada libertina al caer mis pantalones. Normalmente voy muy bien arregladita de pelos. Pero en esa ocasión algún pelillo sobresalía por los bordes de la braga. No estaba preparada, nunca podía haberme imaginado encontrarme en una situación como aquella. Me miró con deseo y me lanzó un beso al aire. Era la misma mirada de deseo que siempre percibo en mi marido cuando lo animo. Esos ojos extraños repasando mi cuerpo de una forma tan conocida, fueron un pequeño alivio para mí. No me lo esperaba. Este tipo no estaba actuando como lo haría un pervertido, pensé. Tampoco sabía que podía esperar de un hombre que pide que baile para él. Todo era nuevo para mí. Volvió a sentarse y continué con mi baile. Unos pocos movimientos más o menos acertados y me senté de nuevo sobre su regazo. Ahora le daba la espalda estrujando con mi culo sus muslos y algo más. Muy suavemente, sus manos rozaban la parte externa de mis muslos. Nunca trató de acariciarlos por su interior. Ni mi culo. Le dejé hacer, estaba ocupada notando como la ...