Un compañero especial 3 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 3

Volviendo en el colectivo rumbo a mi casa me vuelven a mi cabeza pasaban  1000 cosas. Los momentos más caliente de hoy no los voy a sacar de mi cabeza, todo lo que había vuelto a hacer ese día, cada vez me gusta más lo que hacíamos con Brian, me gustaba más ,besos ,chupadas las penetradas, no podía creer estaba viviendo lo que estaba viendo, que no era amor pero sentía la necesidad de estar con Brian. Lo que toda mi vida había cuestionado ahora me encantaba, ser el puto de alguien era una situación que me encantaba. Me encantaba todo lo que hacíamos, a la vez ya extrañaba ese macho qué durante el fin de semana no vería. También me cuestionaba que ya no quería ver o tocar a mi mujer, que todo esto que me había pasado había empujado aún más mi relación con mi mujer a un abismo que parecía no tenía retorno. Durante el viaje me suena el celular, y para sorpresa mía, El mensaje era de Brian y me decía "ya te extraño bb"  respondí, "Yo también". Miraba el celular ansioso por si llegaba otro mensaje, y llegó, pero esta vez no era de Brian sino de mi mujer preguntándome si tardaría mucho en llegar a casa. Lo raro era que el día anterior se había ido a dormir sin esperarme para verme y ahora me mandaba mensajes y me faltaba mucho para llegar a casa. En 5 minutos llegó,  le puse. Cuando llego, entro a  casa, y ella salía del baño maquillándose, muy apurada, y Porta un pequeño bolsito. Está por pasar a buscarme un taxi para ir a la estación de liniers a tomar el micro. Me dijo. El ...

... micro? le pregunté sorprendido. Internaron a mi mamá, tengo que viajar urgente a entre ríos para ver qué pasó, no sé cuando vuelvo espero estar el domingo a la noche para ir a trabajar el lunes, me dijo apurada, casi sin saludarme y tirando el picaporte de la puerta para salir a la calle. Efectivamente un radiotaxi estaba llegando para buscarla. Chau, me dijo, cualquier cosa te llamo, se subió al taxi  y se fue. Y yo quedé en la puerta de mi casa, sorprendido, feliz, sin saber qué hacer, con un sentimiento de libertad qué invadía por dentro. Entré en mi casa, me fui al baño a ducharme, cuando se me ocurre debajo de la ducha avisarle a Bryan que iba a estar el fin de semana sólo. Le mandé un mensaje, y éste tardó un minuto en responder, quieres que vaya a tu casa o tú vienes a la mía ,me preguntó. Si quieres yo voy a la tuya, podremos estar solos?? Me parecía que en mi casa, por ahora, no correspondía que estuviese con otra persona que no fuese mi mujer. Si querés yo voy a la tuya le dije. Yo vivo en una pensión, pero si quieres venir, vente, me propuso. Me dio la dirección, en 40 minutos estaba mandándole un mensaje anunciando lo que estaba en la puerta. Sólo tardó unos segundos, abrir la puerta de calle y ahí estaba sonriente alguien que estaba revolucionando mi vida, con un short de fútbol, en ojotas, y en cueros, me da un beso y me dijo ven pasa. Era un pasillo como de unos 20 metros, yo caminé temblando de los nervios, llegamos hasta una puerta de madera del lado izquierdo, y ...