La pila
Fecha: 22/11/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
... el almacén de carnes propiedad de la hamburguesería, donde ocupaba el puesto de coordinador jefe. «Dime, hija», oyó que contestaban; «Papá, ¿cómo está la cosa de carne, hay provisiones suficientes?»; «Pues así así, hija, empiezan a escasear»...; «Vente para acá inmediatamente, dirección avenida de las vestales 155, cuarto B, vente preparado»; «Vale, hija, allí estaré en media hora.» «¿Con quién hablabas en la cocina, Lorena?», preguntó Oscar en cuanto la vio aparecer con las dos tazas humeantes sobre la bandeja; «Bah, con nadie, habrás oído los ruidos de la calle, ¡vaya vecinos ruidosos que tienes!»; «Sí»; «Óscar», dijo Lorena después de sentarse a su lado en el sofá, escondiendo su cabeza entré los hombros, con la taza de tila entre ambas manos, «Óscar, mañana temprano, antes de irte a trabajar, te haré la mejor mamada que nadie te ha hecho en tu vida, me meteré tu polla en mi boca y la saborearé hasta que te corras y luego me desayunaré tu semen»; «Oh, Lorena, me harás tan feliz, y más aún si dejas ese trabajo..., que he oído que»...; «Calla, Óscar, calla, dejaré el trabajo también, pero ahora... ahora quiero sentirte dentro, ¡méteme tu gran picha, Óscar!». Y, terminado de decir esto, Lorena subió al regazo de su amante, a horcajadas sobre él introdujo con una mano su dura polla en su mullido coño y comenzó a rebotar con energía agarrándose con sus manos en la parte superior del respaldo. Sus jadeos y gritos se expandieron en el silencio de la noche; y, cuando ya no fue capaz de resistir más tanto placer, Lorena asestó con una de sus manos un fuerte golpe en la sien a Óscar que lo dejó exánime, cadáver. En ese momento pudo oír, como un disparo, el timbrazo del telefonillo.