Cortometraje
Fecha: 22/11/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
... esas canijas y cien por cien manejables: mis formas femeninas costaban su peso en deleite masculino. Iván, por su parte, eyaculó fuera de mí ayudándose con su mano, poniéndome toda la barriga pringada de semen. Después, nos besamos muy enamorados. La mujer joven, sola. Está desayunando en la cocina. Hay un tazón, un vaso de cristal transparente, dos tetrabriks, uno de leche y otro de zumo, una cafetera metálica y un paquete de magdalenas abierto. Hay un telefonillo clavado en la pared, cerca de la puerta. Son las once de la mañana: A los pocos días de que Iván me follara en mi casa aprovechando la ausencia de mis padres, tuve una desconcertante llamada por el telefonillo: "Sí, quién es"; "Hola, no me conoces"; "¿Qué quieres?"; "Verás, soy... soy ese que viste por la ventana cuando tú y tú novio... ya sabes." No pude evitar una maligna sonrisa. "Sí, me acuerdo, eres una especie de salido", dije; "No exactamente, busco una chica para un cortometraje que estoy realizando, necesito a alguien como tú"; "Si te refieres a porno... no, te lo digo claro"; "No, no es porno lo que hago, es... otra cosa." Decidí darle una oportunidad. "Mira, ahora bajo y hablamos, ¿qué edad tienes?"; "Treinta y tres"; "Me ganas por catorce, ahora bajo, espera." Colgué el telefonillo. La mujer, joven, y el hombre, menos joven. Hay paso de gente por la calle. Algunas señoras pasan llevando carros de compras. Algunos señores pasan en monos de trabajo. El día es claro, luminoso: Cuando salí del ascensor y ...
... abrí el portal ni mucho menos esperaba encontrarme con alguien así. El tipo que me esperaba vestía chaqueta y corbata, tenía la barba muy rasurada y su cabello cortado a navaja. "Buenos días", me dijo, "perdona la molestia, ¿tu nombre?"; "Eva, ¿el tuyo?; "Rubén." La mujer joven, el hombre menos joven y otra mujer joven. Cerca del mediodía. Un local con escaso mobiliario y abundancia de luces led con una puerta de madera al fondo. Tras la puerta, un despacho. La otra mujer joven no está en ese despacho, que también está provisto de abundante iluminación de leds: Rubén me pidió que lo acompañase a un local de puertas y ventanas acristaladas, me presentó a una chica que estaba sentada frente a un escritorio atareada con un portátil y me hizo pasar a una especie de despacho informal donde había dos sillas y una mesa baja de centro redonda; luego me expuso su proyecto en el que mi papel consistía en un primer plano de uno de mis pechos desnudo, me dijo que era lo que necesitaba pues eran preciosos, mis pechos. Quedamos de acuerdo; y, antes de irme, deseé conseguir un trofeo. Lo siguiente que hice fue pasar el pestillo a la puerta y situarme a su espalda para palparle los pectorales, bien duros, después me fui acuclillando, siempre detrás suya, y le empujé la polla, que ya se le había puesto tiesa, sobre la tela de su pantalón. "Oye", le dije, "¿hace... una mamada?" Asintió en silencio. Yo me situé de pie frente a él, me desabroché la blusa, el sujetador, me sujeté el cabello en una ...