Entregando a Lorena 14 - Relatos Eróticos

Entregando a Lorena 14

... el vano de la puerta estaba Carlos, completamente vestido, mientras abrazaba a Lorena por la cintura, perdiéndose su callosa mano en el culo de ella. Mi esposa estaba desnuda de la cintura para abajo, las calzas plateadas había quedado en la cocina; restos de semen corrían por sus piernas hasta los taco aguja de puta que llevaba todavía puestos. Sus pezones duros se adivinaban bajo la ajustada camiseta de hilo. Estaba muy excitada, a pesar de la intensa cogida que le había dado Carlos.Yo continuaba sentado en la cama tratando de recuperar el aliento. Patricia se deslizó felinamente entre ellos y bajó al comedor, para volver unos momentos después con un arnés de cuero sujeto a su cintura, dotado de un enorme falo de silicona de color negro.Mi amigo se desnudó por completo, mientras le indicaba a Lorena que fuera a la cama. A mí me dijo que me acomodara en una silla a un costado, ya que ahora solamente sería testigo.Mi esposa se puso en posición de perrita, mientras Patricia se ubicaba detrás de ella, tomándola por las caderas y llevándola despacio hacia atrás, hasta que Lorena sintió que la verga negra bien lubricada con gel comenzaba a abrirse paso en su delicado culo.Comenzó a jadear levemente, mientras Patricia tomaba ritmo y comenzaba a bombearle el culo cada vez con más fuerza.Carlos mientras se había ubicado frente a Lorena, metiéndole la verga dentro de la ...

... boca, lo cual provocó que sus suspiros fueran un poco más apagados.Yo estaba sentado sin poder hablar, viendo como estos sádicos disfrutaban de mi mujercita.En un momento ambos se miraron y Patricia sacó abruptamente el falo negro del culo de Lorena, dejándole el lugar a Carlos, que casi no perdió tiempo en meter su enorme verga en el castigado culo de mi esposa. Ella se retorció de dolor ante la súbita intrusión, pero enseguida comenzó a embestir la pija de Carlos, llevando sus caderas hacia adelante y atrás.Patricia vino gateando hasta mi lugar y se llevó a la boca mi endurecida verga, dándole una chupada increíble, que en pocos instantes me provocó un orgasmo infernal, acabándole en su habilidosa boca. Lorena mientras tanto gritaba cada vez más fuerte, hasta que mi amigo se tensó y terminó llenando su delicioso culo de leche.La parejita feliz se encerró en el baño, de donde salieron pulcramente vestidos para irse. En la puerta Patricia se volvió para comerme la boca en un beso húmedo, dejándome sentir todavía el sabor de mi propio semen.Mientras se alejaban pude oír la sonora y estúpida carcajada de Carlos.Regresé a la habitación, donde Lorena había quedado boca abajo, relajada y casi dormida después de tanto placer. Mientras recorría con mis dedos ese redondo culo rebosante de semen, no pude dejar de pensar que todo esto definitivamente se nos había ido de las manos.