Entregando a Lorena 14 - Relatos Eróticos

Entregando a Lorena 14

Entregando a Lorena 14Un par de días más tarde, mientras regresaba del trabajo, recibí una llamada de Lorena, diciendo que no se aguantaba más las ganas que tenía de coger y que había invitado a Carlos a cenar, para ver si mi amigo le calmaba un poco la ansiedad a pura verga.Cuando llegué a nuestra casa casi tuve un infarto, Lorena ya se había preparado para la ocasión, usaba unas calzas plateadas bien ajustadas, el culo se le marcaba perfectamente sin tanga ni nada parecido, una remera de hilo también ajustada que realzaba el tamaño y la dureza de sus hermosas tetas y por supuesto sus pies enfundados en unos tacos infernales que solamente las putas callejeras podrían usar. Esta vez ni me dejó acercarme.“Esta noche me va a disfrutar completamente mi macho, vos vas a poder mirar solamente”.La quería matar, cogérmela allí mismo en el piso de la cocina, antes de que llegara el otro hijo de puta, pero todo fue inútil. Realmente me quedaba lugar para una paja de mirón.Al caer la noche apareció el sonriente Carlos, acompañado por una chica treintañera a la que presentó como su pareja. Era una mujercita sensual, con un cuerpo muy modelado por la gimnasia, tetas firmes y un culo bastante prometedor, que podía adivinarse debajo de su falda bien ajustada. Se llamaba Patricia y desde el primer momento intuí que el nuestro iba a ser un encuentro interesante.Lorena parecía un poco decepcionada por la nueva adquisición de Carlos, pero el turro se las arregló para acercarse a ella y ...

... meterle una mano por debajo de las calzas, mientras su novia conversaba de espaldas conmigo. Le masajeó un poco la concha y después sacó la mano, llevándose los dedos a la boca para saborear la lubricación que ya tenía mi mujercita.Algo extraño se traía entre manos, yo estaba seguro que, en algún momento de la noche, iba a encontrar la manera de cogerse a Lorena, como fuera, delante de nosotros o a escondidas.La cena se desarrolló en un ambiente distendido, cada vez que yo levantaba la vista me encontraba con la sensual mirada de Patricia en mis ojos, que estaba sentada frente a mí. En un momento sentí que su pie descalzo intentaba abrirse paso entre mis piernas, para luego apoyarse sobre mi verga y comenzar a masajearla, sintiendo entonces que una fuerte erección iba apareciendo. Mientras, ella me sostenía la mirada y hablábamos de cualquier tema…Después de los postres Lorena recogió los platos y anunció que iba a la cocina a preparar café. Carlos por supuesto, aprovechó la ocasión para decir que la acompañaba a ayudarla.Patricia y yo nos acomodamos en los sillones, mientras la música sonaba suavemente.A pesar de ello, podía oírse desde la cocina unos gemidos que llegaban un poco apagados, por lo cual supuse que Carlos ya se estaba cogiendo a mi esposa.La mujer de mi amigo también parecía prestar atención a los sonidos extraños, pero continuaba mirándome sensualmente, provocándome mientras se acariciaba las piernas.“Parece que algunos lo están pasando muy bien esta noche, no te ...