Varados en el campo con Laika.
Fecha: 24/05/2019,
Categorías:
Zoofilia
Tus Relatos
Autor: oscar, Fuente: computo.ru
Después de una ajetreada semana en la ciudad, le dije a mi mujer que me habían invitado para ir a cazar al campo de un amigo, mi mujer dijo que no habría ningún problema y que sería una buena ocasión para llevar a mi vieja perra Laika, aunque ya estaba bastante vieja yo sabía que era una molestia para ella en la casa, al igual que la otra perra vieja que tenemos. No era que no la quisiese, la verdad que era todo un tedio limpiar sus porquerías en los lugares más insospechados de la casa. Aunque en un primer momento quería ir solo, la idea de llevar a Laika termino agradándome.
Una vez que tuvimos todo preparado y el Renault 12 cargado con maletas y otras yerbas, me senté al volante, mi perra iba en el asiento del acompañante, por supuesto sobre una vieja frazada puesta sobre la butaca, después de despedirme de mi señora, salimos hacia la ruta, eran como la seis de la tarde estaba bastante nublado y hacia mucho calor. Después de una hora de viaje por la ruta, entramos a un camino aledaño de tierra, hicimos unos diez kilómetros y finalmente casi al anochecer divise el caserío oculto entre una frondosa arboleda.
Al llegar y antes de bajar del auto vi que las luces del frente de la casa estaban prendidas, al llegar con mi perra a la puerta de la casa note que había un papel pegado a la puerta, lo desprendí y lo leí, decía: “ Oscar lamento mucho no poder recibirte, pero mi suegro enfermo y no puedo quedarme, disfruta del campo por unos días la llave esta donde siempre ...
... acordamos, cuando te vayas déjala ahí nomás “, bueno no tenía otra alternativa, para colmo había empezado a gotear, ni bien entre las cosas y cerré el auto, apenas entramos con Laika a la casa y empezó a llover torrencialmente, eran casi las ocho y media de la noche. mientras preparaba el lugar para dormir y encendía una lámpara a querosén en la cocina escuche en la puerta de atrás unos rasguños continuos, entonces me acorde que Tomas tenía un hermoso perro mestizo, el negro, ya tenia unos cuantos años y era muy inteligente, abrí la puerta y entro, reconoció enseguida mi olor y se mostro muy amigable, también olio a mi perra.
Después que cene y alimente a los perros, fui al baño llevándome la lámpara, ya dispuesto a acostarme enseguida, después de orinar me diriji al dormitorio y antes de ver algo sentí ruidos de uñas en el piso y gruñidos, levante la lámpara y allí estaban mi amada perra Laika y negro, el perro la había montado y ya la había penetrado, la perra tenia las ancas levantadas y la parte delantera de su cuerpo agazapado sobre el piso, el peso del perro mestizo casi no la dejaba moverse, me miraba y parecía suplicarme que sacara al perro. Demás está decir que en muchas oportunidades había copulado con mi perra y que hacía rato que no lo hacía, debo acotar que tengo casi sesenta años y no siempre estoy a tiro o solo porque no había ocasión o la chola no estaba dispuesta, y ahora mi hembra animal estaba allí literalmente siendo violada brutalmente por un macho de su ...