1. Con la amiga de mi pareja


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Anal Fetichismo Transexuales Autor: franco3286, Fuente: xHamster

    tenía en el baño y yo caminaba contorneando todo mi cuerpo. Lidia me dijo que me movía como una autentica mujer y me llamó Verónica, yo la miré agradecido por demostrarme que mis deseos seguían vivos y le di un beso en la mejilla. Lo que vi en el espejo fue increíble. Me había transformado en una autentica belleza, Lidia también estaba guapísima y me puse muy cachondo viéndome así vestido. Lidia se dio cuenta y me llevo a su dormitorio. Nos tumbamos en la cama y nos fundimos en un intenso beso. Nos dejamos llevar por la pasión pero Lidia puso la condición de que éramos dos tías lesbianas así que yo no podía penetrarla con mi pene pero sacó dos arneses que nos colocamos. Primero la penetré yo a ella con mi polla de plástico y ella no paraba de gemir de placer hasta que le vino el orgasmo. Empezamos a tocarnos los pechos mutuamente y me daba placer que ella me los tocase. Se acercó a mi oído lamiendo todo mi cuello y me dijo que iba a mostrarme mi verdadera realidad. Untó mi ano con vaselina y me puso boca abajo, cogió su enorme pene de plástico y lo acercó a la entrada de mi ano. Poco a poco aquel enorme falo empezó a hundirse en mi culito virgen y yo sentía un dolor descomunal, noté como entró hasta adentro y Lidia se quedó parada pese a mis súplicas para que me sacara ese trozo de plástico que me abrasaba por dentro, su frialdad le hizo no tener compasión de mi y siguió parada con todo el consolador dentro de mí, poco a poco mi ano fue aceptando a aquel intruso y el ...
     dolor se fue transformando en placer, entonces Lidia empezó a sacarlo y yo le grité que no lo hiciera, estaba ido o debo decir ida, aquello empezaba a gustarme sobremanera, nunca jamás había sentido un placer igual, lo que sentía cuando follaba con Laura no tenía nada que ver con esto. Empecé a gemir de placer y Lidia volvió a hundírmelo hasta dentro, ya no era como antes, el dolor había desaparecido y ahora sentía un gozo indescriptible, empecé a chillar de placer y a pedirle más y Lidia cumplió mis deseos. Empecé a gritar como una zorra con ganas de verga y Lidia no paraba de decirme que yo era una autentica putita… yo le decía que si, que quería ser mujer que siempre lo había sido pero que intenté ocultar mi verdadera identidad engañándome a mí mismo. Mi pene estaba a punto de estallar y Lidia me lo sujetó fuerte para que no me corriese, yo no sabía qué hacer, empecé a mover mis caderas para sentir más placer si cabía y Lidia me gritaba que me movía como una autentica zorra, que me tratase en femenino ya no me afectaba, al contrario me sentía identificada, aquello era mi despertar al lado femenino, yo ya solo quería sentir eso, tener enormes pollas en mi culo el resto de mi vida. Me derrumbe sobre la cama, perdí el conocimiento. No sé cuánto tiempo pasé inconsciente pero al despertarme Lidia me dijo que había llamado mi novia preocupada porque eran las 11 de la noche y no había aparecido por casa. Yo todavía estaba en las nubes pero de repente me vino a la cabeza Laura y me ...