El semental de confianza -4 (Final)
Fecha: 24/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo en Grupo
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... pues”, contestó Ana, aprobando su sugerencia. “¡Que rico se ha de estar cogiendo a mi mamá este desgraciado!”, dijo Patty. “¿Crees que nos quiera coger a las tres?”, preguntó. “El sí, de seguro, pero no sé si mi mami sea tan liberal como nosotros”, contestó Ana. “¡Es más puta que las gallinas!”, replicó Patty. “Eso de liberal, sale sobrando”. “¡Patty!”, dijo Ana. “¡Es nuestra madre!”. “¡Ay Anita hermosa, fue la primera en caer en las garras de Ramón!, tiene por donde y él tiene con qué”, respondió Patty. “Y vaya que tiene con qué!”, agregó Ana, al tiempo que ambas se rieron. “Me encantan tus besos”, volvió a decir Patty. Ana se rió. “Nomás falta que te dé por ahí”, contestó. “¡Chingado!”, exclamó Patty. “¿Qué nos costaba ser una familia normal?”. “Lo somos hermana, somos perfectamente normales. El problema es que nos encanta la verga de Ramón”. “Nos encanta la verga que sea, punto”, dijo Patty. Por un momento olvidaron que el pequeño niño ya ligaba palabras y entendía. Volteó Ana al asiento trasero y lo vió jugando. Ambas se rieron nuevamente. “Tu tuviste relaciones premaritales, yo también, a mi mamá se la comenzó a tirar un albañil hace algunos años, luego la puta mocha de Claudia…, si, nos coleccionó”, agrego la hermana menor. Para regocijo de las hermanas, Mally se encontraba trabajando en su jardín cuando llegaron y con gusto tomó bajo su cuidado a los hermanitos, bajo pretexto de que su madre no los podía cuidar y ellas tenían algo inventado que hacer. Mientras ...
... tanto, era muy claro que la bella señora Patricia Brenan disfrutaba como nunca al albañil, gozando su obscuro y enorme pene, lo hicieron parados, como a ella le gustaba, por el ano, por la vagina, una y otra vez. Ramón notaba que el cansancio llegaba más pronto a su madura amante que a sus infatigables hijas, aunque a sus 50 años, desempeñaba un excelente papel de amante, con más destreza y cuidado que sus desbocadas hijas. Con Patricia, Ramón también cambiaba: nunca haría locuras como las que hacía, especialmente con su hija casada. ****************** “¡Que buena está mi mamá Ana!”, dijo Patty excitada al verla con Ramón, completamente desnuda por la ventana, mientras Ramón la devoraba a besos. Era claro que la acción estaba por finalizar. “¡Si, ¿verdad?!”, contestó Ana. “Se nota el dineral que le metió mi papá, pasa por una de nosotras”. Entraron en la casa y se dirigieron a la recámara. Sin importarles en qué condiciones estaban los amantes, abrieron la puerta. Patricia y Ramón estaban ya recostados, uno al lado del otro, completamente desnudos. El albañil se disponía a encender un cigarro, mientras la señora lo acariciaba, agradeciendo su intensa demostración de virilidad. “¿A poco no les gustaría hacer una orgía?”, preguntó Patty atrevidamente. Las dos hermanas se acercaron a la cama. Patricia no se inmutó por el hecho que, por primera vez, estaba completamente desnuda ante sus hijas. Se recostaron en la cama, una a cada lado de la pareja. Ana, del lado de Ramón, comenzó de ...