El semental de confianza -4 (Final)
Fecha: 24/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo en Grupo
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... a recordar la tórrida e inolvidable mañana con Ramón y Ana. Comenzó a acariciarse el clítoris pensando en los dos, con una ligera, pero muy placentera preocupación sobre la conducta lésbica tanto de su hermana como de ella. Para ambas esa sería la primera vez que se besaban con pasión, que exploraban las delicias prohibidas entre mujer y mujer, y con semejante testigo. Ramón tenía cada día más comprometida a la familia; no solo se tiraba a la madre y sus tres hijas, sino que además había sido testigo de las calientes escenas de Ana y Patty, eso sin contar que su hijo mayor también se había tirado a su favorita, Ana. Patty comenzó a frotar su clítoris con más intensidad, pero inclinando sus pensamientos en Ana y la forma en que se besaron y lamieron, obedeciendo de igual forma el deseo del albañil de verlas besarse. Comenzó a mordisquear su dedo y luego a lamerlo, para después introducirlo en su vagina, presa de intenso placer. Durante el resto del día le fue difícil controlar su calentura. Deseaba ir a casa de Ana para obtener el placer que tanto ansiaba, pero no quería que su novio se percatara de alguna forma sobre lo sucedido por la mañana. Recodó las palabras de su madre: Ramón era solo un objeto de placer tal como ellas cuatro lo eran para él. Se masturbó varias veces. Por la noche, su novio notó que su vagina ya estaba excesivamente lubricada y tuvieron una intensa actividad sexual. A César le extrañó que su bella novia no contuviera sus gemidos y jadeos como ...
... acostumbraba hacerlo. Seguramente, su hermana mayor los estaba observando. ************************ Ana y Ramón tuvieron un día fuera de serie. El reencuentro, ya sin su hermana menor, fue explosivo. Ella no salió de su casa y permaneció desnuda la mayor parte del día, deleitando la vista del albañil quien, desde luego, no logró avance significativo en su trabajo. Poco mencionó Ramón a Patty en su desempeño sexual, fuera de etiquetarla como un trofeo suyo más, pero si confesó que le había encantado verlas a las dos comportarse como unas lesbianas, curioseando si habían tenido algún comportamiento similar en el pasado. Ana negó cualquier antecedente y le aseguró que lo que ocurrió fue por darle gusto a él, pero que lo había disfrutado enormemente. Jamás había tenido alguna experiencia lésbica pero reiteradamente le dijo que le había gustado mucho, sobre todo, con él observándolas. Ana llamó a su madre y le pidió que se quedara con los niños. La señora Patricia accedió con gusto, y envidia, con tal de complacer la verdadera intención de su hija. “¡Si se va a quedar son los niños!”, le dijo Ana entusiasmada. Ramón sonrió. Esa tarde, Ramón no fue a su casa como era costumbre. Estaba decidido a hacer gala de su dote de semental con su amante favorita. Ana preparó una exquisita cena a base de mariscos. Abrió otra botella de champagne, y trató a Ramón como su rey. Disfrutaba hasta cierto punto humillarse ante él, consintiendo todos sus deseos y placeres que estuvieran a su alcance. Cuando ...