1. Memorias de un sacerdote


    Fecha: 21/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    hizo saber que mi verga es más gruesa que la de su novio y cuando la sintió hasta el tope me dijo: "está grandísima". Pero nada hizo por zafarse. Al contrario cabalgó unos minutos en los que, por sus gestos, gemidos y suspiros, me dí cuenta de que un par de orgasmos procedieron a mi eyaculación. Para ello y sabiendo que, como inexperta que era, podría embarazarla con mi leche, la desenchufé y la puse hincada frente a mí. Abrí con una mano su boca y le lancé varios chorros de semen que lo mismo cayeron hasta su garganta, que se estamparon contra sus mejillas, ojos, frente y pelo. Lo que cayó en su boca, se lo tragó todo, sin hacer gesto alguno. Después de esa "confesión", Marcela acudió más seguido hasta mi parroquia, pero en lugar de vernos en el confesionario, se metía hasta la casa que en la parte de atrás del patio, me servía de vivienda. Que manera de disfrutar. Yo estaba encantado con la chiquilla y ella me decía que nunca, jamás, haría el amor con otro que no fuera yo. La realidad se impuso y un año y medio después fui cambiado de parroquia a un municipio muy lejano de donde viven mi amigo Mario, la bellísima Daniela y mi adorada Marcela. Hoy, mi linda nenita tiene 24 años y forma parte de un grupo juvenil de cantantes que una televisora nacional (Televisa) promueve a lo largo del continente. Por supuesto, el nombre que en esta confesión le he puesto no es el real, pero sí muy parecido y para quienes ...
     gustan de los acertijos, Mario y Daniela sí son de verdad los nombres de sus padres. Algún tiempo después, "Marcela" vino hasta Tamaulipas en una gira de su compañía y fue hasta el poblado donde vivo, para saludarme. Platicamos largo rato, no tenía tiempo para hacer el amor, por lo que en memoria de los buenos tiempos, solo me sacó el falo por debajo de la sotana y medio tal mamada de verga que me demostró que en el tiempo que he dejado de verla no ha perdido el tiempo. -¿Y qué crées?, me dijo. ¿Que la oportunidad en el grupo me la gané solo porque soy bonita?. Tuve que ir a la cama primero con el buscador de estrellas, luego con el productor y finalmente con un grupo de patrocinadores. Allí como vez, a mis compañeros (son siete en total, con ella, incluyendo tres varoncitos) hemos tenido que pagar en la cama gran parte de la fama y el dinero que nos han dado a ganar, me dijo. Al final, con una eyaculada fantástica, se tragó buena parte de mi semen y la otra se la limpió de su cara con una toalla, para despedirnos con un tierno beso y la promesa de que, en la próxima ocasión que nos veamos, hacerlo con más tiempo. -Te voy a dejar que me culées, me prometió. De ese día a la fecha han pasado casi dos años y, salvo algunas eventuales llamadas telefónicas, nada más he sabido de ella. Pero no pierdo la esperanza de, algún día, clavarle mis nueve pulgadas de carne maciza en el trasero a mi linda "Marcela". Hasta a próxima. 
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