1. Playa viva 2


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    comence a introducirle mi tallo endurecido como nunca, tome una mierda con la mano y se la restregue por el vientre y los pechos Pputa, degenerada, toma rabo, _te gusta la mierda eh? _cuantos machos se han cagado en tu boca?. Puta, cabrona._cuantos culos peludos has limpiado con la lengua? Guarra, perra, te habria gustado comer la mierda de Jose _verdad?, claro, debi imaginarlo. Toma puta Cogiendo otra mierda con la mano, se la restregue por la cara y la boca. Toma perra salida, come, come mierda de Jose, cometela toda !guarra!!puta degenerada! Carmen deliraba de placer, mordia, masticaba, su lengua avida, lamia y relamia toda la mierda que encontraba en su area, y jadeando me decia: Gracias jose, gracias mi amo por dejarme comer tu mierda !aahh! !ricaa...aahh...rica...mas...mas...todaaa aaagghh! Ya no pude mas, me aplaste contra ella, juntamos nuestras bocas llenas de mierda, y con unas convulsiones tremendas, nos corrimos revolcandonos por el suelo aplastando todo lo que habia en derredor Tardamos un rato largo, yo fui el primero en recuperar, saque mi polla de su co_o, estaba semiflacida, me puse en pie y la estuve contemplando un rato alli tendida, se llevo una mano al co_o y con los dedos comenzo a masturbarse, mientras la otra mano la acercaba a la boca para chuparse los dedos. Empezo a jadear y a retorcerse de nuevo. Nunca podia haberme imaginado que Carmen gozara de aquel modo con la coprofilia. Senti ganas de mear, y tal como estaba, deje caer el potente chorro ...
     sobre su cara obligandola a cerrar los ojos y abrir la boca buscando el caudal que intentaba beber, en unos limites de calentura que termino con una explosion de orgasmos en cadena. En una carrera salvamos la distancia que habia con el mar, y alli entre las olas, nos limpiamos como pudimos, incluso hicimos enjuagues de boca con el agua salada que nos dejo con una sed rabiosa. volvimos a nuestro campamento, y alli con jabon y un bidon de agua dulce, completamos nuestro aseo. El sol ya casi tocaba los montes de poniente, y todo empezaba a tomar el aureo color del crepusculo. Preparamos unos bocadillos para cenar, y los acompa_amos de unos buenos tragos del vino a_ejo de la bota; luego eche un trago de whisky y encendi un cigarrillo, aspire el humo con deleite y eleve la vista al cielo. Era relajante escuchar el ritmico sonido de las olas, que unas tras otras, incansables, ivan a morir en la playa. Las estrellas empezaban a poblar el cielo como chispeantes luciernagas, y en algun lugar cercano, una chicharra nos daba su monotono concierto. Arroje la colilla del cigarro y le pedi a Carmen que dieramos un paseo. Todo invitaba a ello. La magia de la luna habia trasformado el oro en plata, y su tibia luz lo ba_aba todo, dando tintes de misterio a las caprichosas sombras de las rocas. Iniciamos el paseeo hacia poniente; yo encendi otro cigarro. Habia bajado la temperatura y nuestros cuerpos desnudos acusaban la fresca brisa del mar, pero nuestra piel, arrebatada por el sol del dia, ...
«1234...12»