1. Playa viva 2


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    en el aire sin dejar de escupir chorros de semen, uno, alcanzo mi cara y cuello, y dejo rastro en el pelo de mi esposa, y el resto, ya dirigido, ba_o la cara de la mujer que no salia de un bucle de orgasmos. Por ultimo, Carmen agarro aquel nervioso pene y lo exprimio haciendo salir de su capullo los ultimos borbotones de leche sobre su mano. Yo seguia sin dar credito a tanta abundancia, y el placer era ya tan intenso que no pude contenerme por mas tiempo y eyacule con furia mientras mi lengua relamia algo del semen que habia salpicado mi cara. El chaval se despego de Carmen, se subio el pantalon, y sin decir nada echo a correr hacia su bici, y al poco se perdia pedaleando por el paramo. _Fabuloso, mi vida! Le dije a Carmen Esto si que ha sido un obsequio Y que lo digas Me contesto Mas de dos cucharadas soperas. Nunca habia visto tanto semen junto Yo me estaba volviendo a poner cachondo viendo su cara con aquella espesa capa de riego seminal, y tomandola contra el muro, volvi a introducirsela en aquel caliente refugio que ya chapoteaba de liquidos. Nuestras lenguas iniciaron una gustosa labor de limpieza del rico pelargon que cubria sobre todo la cara de mi mujer. ...
     Terminamos agotados pero felices y satisfechos. Al anochecer nos ba_amos, era el ultimo ba_o nocturno y lo prolongamos hasta sacarle el mayor provecho, despues nos retiramos a descansar. Recibimos el nuevo dia con tristeza, teniamos que decir adios al paraiso y no resultaba facil. Ibamos a echar todo aquello mucho de menos. La presencia de unas nubes en el cielo anunciaban un cambio del tiempo, seguramente para lluvia, esto servia para amainar , en parte, nuestra desgana. Desmontamos el campamento y recogimos todas las cosas. Mirando el lugar vacio, nadie podria imaginar los dias de explendor que dejamos en aquel peque_o espacio de tierra pisada. Arranque el coche y puse una cinta de musica. Asi iniciamos el regreso. Al pasar frente a la base de Los Alcazares, nos acordamos de Jose, alli estaria, tal vez pensando en nosotros. Carmen se percato que no conociamos su direccion en Madrid y yo le dije que tal vez fuera mejor asi; lo conservariamos siempre como un maravilloso recuerdo. Enfilamos de lleno la carretera. Frente a nosotros venia la rutina diaria del trabajo y los convencionalismos. La moderna forma de esclavitud...y aquella torrida e interminable linea de asfalto. 
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