1. El morboso jefe de mi marido


    Fecha: 10/11/2017, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Autor: capata, Fuente: xHamster

    ... cerdo del jefe de mi esposo lo olió y lamió con glotonería. Tenías que verte putita dijo Don Guillermo, una hembra madurita, una mujer felizmente casada, abnegada madre de familia, una milf delante de mí tapada solamente con su sostén.Ven puta ordenó el jefe de mi marido. Sumisamente, me acerqué y por fin Don Guillermo tuvo acceso a mi cuerpo. Acarició mis piernas, mis muslos, mis tetas por debajo del sujetador, magreó y sobó mis nalgas a su entero placer. Suéltate el sujetador me ordenó. Sin ningún pudor lo desabotoné y se lo entregué. Las manos de Don Guillermo ordeñaron mis senos pellizcando y tirando de mis pezones. Las acarició mientras se masturbaba con su mano libre.Don Guillermo percatándose de mi estado, sabiéndose vencedor, se puso detrás mío y empezó a masajearme la espalda. Una de sus manos descendió hasta mi cintura para proseguir hasta mis nalgas, las cuales procedió a magrear, primero suavemente y luego con fuertes apretones. La otra mano se deslizó por debajo de mi axila atrapando mis pechos, primero el derecho y luego el izquierdo, pellizcó mis pezones que se pusieron duros como piedras.-¿Te gusta puta? dijo, no contesté aunque mis jadeos y gemidos eran perfectamente audibles. La mano que magreaba mis tetas descendió por mi vientre hasta llegar a mi coño, uno de sus dedos invadió mi intimidad.-¿Te gusta zorra?, volvió a preguntar dándome una fuerte nalgada, estás muy mojada. Sacó el dedo de mi sexo y llevándolo a mi boca me lo introdujo. Cómete tus jugos ...
    ... milf. Chupe ese dedo con verdadera ansiedad.El jefe de mi esposo nuevamente me penetró con dos dedos provocándome un espasmo de placer, se los llevó su boca y los chupó. Estas deliciosa putita, no eres la primera milf que me follo, al principio muy recatadas pero luego deseosas de la polla de un buen macho y no la de vuestros mariditos.-¿quieres que te monte como los perros montan a sus perras? gritó. Era tal el morbo y el placer de aquella situación que no pude hablar.- Quiero oírtelo decir perra, suplica, dímelo o me voy ahora mismo. Volvió a meter tres dedos en mi coño y empezó a masturbarme de una forma brutal.-Fóllame te lo suplico, quiero ser tu perra, tu puta acerté a contestar entre jadeo y jadeo.Don Guillermo se rió con estruendosas carcajadas, se quitó su pulcro traje quedando sólo con su boxer y dijo: vamos a tu dormitorio, voy a follarte en la cama que compartes con el maricón de tu esposo. Entramos en la habitación y me empujó sobre la cama.- Ponte de rodillas puta, ¿Has comido polla alguna vez?.-Nunca balbuceé, mi marido me lo ha pedido muchas veces pero me da asco.-Déjate de gilipolleces y arrodíllate no sabe lo que se pierde el estúpido de tu esposo. Ya es hora de que empieces y así podrás sorprenderlo cuando folles con él, dijo Don Guillermo mientras ponía su boxer a la altura de mi cara.Su boxer estaba empapado de líquido preseminal, y abriendo mi boca comencé a mordisquear el pedazo de carne que tapaba. Don Guillermo comenzó a gemir, y con voz autoritaria ...
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