Una semana de placer con mi querida suegra - Relatos Eróticos

Una semana de placer con mi querida suegra

... paredes de su concha me apretaban la verga dándome un infinito placer.• Seguí, seguí que me voy a correr. No aguanto más.• Ya? Tan pronto?... y comencé a empujar más para llegar hasta el fondo, mientras le daba al mete y saca más rápidamente.• Me corro, me corro, me viene, es hermoso…y apretando sus manos sobre mi espalda se vino en un orgasmo total.• Ahora es mi turno suegra, ahí voy…dije mientras sentía que mis testículos se apretaban anunciando mi descarga.• Lléname toda mi amor, lo necesito. Necesito que me inundes la concha con tu jugo.No aguanté más y varios chorros de esperma inundaron la vulva de mi suegra que los recibió encantada con un grito de satisfacción. Luego nos recostamos porque realmente estábamos rendidos. No obstante metí un par de dedos en su mojada vagina y se los metí en la boca. Los saboreó y con la vista me indicó que le gustaba.Pasados unos minutos nos levantamos para ir al baño a limpiarnos. Yo aproveché para pasar por un poco de agua fresca y un pote de vaselina que me serviría para lo que vendría luego. Volvimos a recostarnos. Miré el reloj y ya eran las 12 de la noche, el tiempo vuela cuando se la está pasando bien. Desnudos como estábamos nos pusimos de costado, yo pegado a su cuerpo.En esa posición besé su cuello y oreja. Pasé una mano por debajo de su cuello y empecé a toquetear sus tetas, con la otra me apropié del redondo culo de Marta para acariciarlo. En esas caricias la mano llegó a su raja y empecé a jugar con el chiquito. Unté un ...

... dedo en la vaselina y se lo metí de sorpresa. Ella dio un respingo y dijo• No estarás pensando en hacerlo por atrás, verdad?• Cuál es el problema ahora. Mira como entró de fácil mi dedo.• Vamos Damián, un dedo es una cosa pero tu picha es cosa seria por lo gorda. Me vas a reventar de dolor.• Para nada, déjame hacer y te garantizo que no habrá dolor sino satisfacción y goce.• Hum, no te creo pero como hasta aquí solo me has dado placer, confío en que no me defraudes.Al dedo pionero sumé otro y otro más para aflojar el esfínter de Marta con movimientos circulares. Cuando consideré que ya estaba el terreno preparado le pedí que se pusiera boca abajo y levantara la cola. Mi pene ya había recobrado su envergadura así que lo coloqué en la puerta del hoyo y metí la cabeza de una vez. Marta sorprendida lanzó un grito y me pidió que se la quitara. Cosa que no hice y le susurré que aguantara un poco hasta que su conducto se acostumbrara al huésped. Pasados unos minutos me dijo• Ya no me duele tanto, pero igual tengo miedo.• Ya pasó lo peor y ahora viene la parte buena…y empecé a pujar de a poco hasta que la vaselina hizo su trabajo y mi verga estaba todita adentro de su ano.• Que sensación extraña siento. Por un lado un poco de dolor pero por otro una delicia de sentirme llena.• Más llena te vas a sentir si te colocas esto en tu vagina…dije mientras de ponía en su mano el consolador.• Estás loco! Voy a reventar en serio.• Hazme caso y te llevarás una sorpresa.Me hizo caso y tomando el ...