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Una tarde por un café
Fecha: 08/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Gemma, Fuente: CuentoRelatos
... daba. - eh?... sí, sí: ya lo sabía -fue lo único que acerté a decir mientras recogía la taza que me entregaba. Su mano acarició la mía en el intercambio. Fue un gesto accidental pero que me produjo un cosquilleo especial. Mi cuerpo reaccionó y retiré mi mano de golpe haciendo que se derramara el café que cayó al suelo y sobre mi pantalón. No fue muy agradable la sensación de la caída del café recién hecho sobre la piel, aunque como siempre pasa cuando ocurre algo así fue motivo de risa por parte de los dos. Me invitó a pasar a la habitación principal que era donde tenían el baño mejor acondicionado, aunque ni siquiera tenía puerta puesto que estaban cambiando todas las de la casa. Me quité el pantalón mientras oía a Juan por la cocina. Abrí el grifo y mojé la toalla para intentar quitar la gran mancha marrón. Me escocía ligeramente la parte de la pierna donde me había caído el café, así que también me di con la toalla. Me alivió la sensación del agua fresca sobre la piel. De repente escuché a Juan tras de mí. Se acercó y comenzó hablar con naturalidad. Me incomodé un poco por estar desnuda de cintura para abajo, aunque sólo me comentó que le gustaban mucho las braguitas que llevaba mientras soltaba una carcajada observando que me hacía juego con la mancha rojiza que había salido en mi muslo. Yo también reí mientras volvía a mojar la esquina de la toalla. -aaaay! pobrecilla niña que se ha quemado, vamos a darle un besito que se lo cure. Puso una vocecilla estúpida que me ...
... hizo sonreír mientras se arrodillaba delante de mí. Aparté la toalla enseñándole el muslo y mostrándoselo como suelen ponerse las modelos. Sus labios se acercaron y me besaron repetidamente continuando con las risas de ambos. Su risa cesó y sentí su lengua recorrer mi piel. Me estremecí mientras apoyaba mi mano en su cabeza. Una de sus manos acarició la otra pierna por la parte de atrás ascendiendo hasta mis nalgas. Su lengua ascendió hasta mi entrepierna, aunque todavía no llegó a su propósito. -Juan... no creo que sea lo correcto -dije entrecortadamente mientras el al oírme se incorporó. Se acercó a mí y me dijo que no iba a hacer nada que no quisiera mientras su lengua se apoyaba sobre la piel de mi cuello y ascendía hacia mi oreja. Me susurró que había deseado follarme desde el día que me conoció, aunque ya sabía que me iba a decir aquellas palabras porque la situación las hacía previsibles y yo no las necesitaba ya para acceder: En aquel instante perdí la sensación "de lo incorrecto" y me deje llevar. Pasó sus manos recorriendo mi espalda mientras su lengua iba al encuentro de mi boca que entreabrí ligeramente para permitir el contacto de la mía. Sus manos abarcaron mi culo apretándome contra él. Sentí que el bulto de sus pantalones había aumentado considerablemente y luchaba por salir. Sus manos penetraron debajo de mis bragas mientras me separaba las nalgas y recorría. Se debió mojar los dedos con mi flujo al llegar a mi vagina. Me hizo gemir y me provocó una descarga de ...