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Una tarde por un café
Fecha: 08/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Gemma, Fuente: CuentoRelatos
-¿Te vienes a mi casa esta tarde y tomamos un café o algo? Así empezó todo. Aquella mañana en la que el novio de una amiga me saludó desde la calle al pasar por el lugar donde yo trabajaba. Estaba revisando unas facturas cuando tocó con los nudillos en el gran ventanal del escaparate. Apenas lo reconocí debido a toda la publicidad que tenemos expuesta, aunque sus rasgos se me hacían familiares. Me levanté mientras él se dirigía a la puerta. Era Juan, el novio de mi amiga Bea. Había quedado con Bea algunas semanas atrás. Me estuvo contando que tenían problemas y que las cosas no estaban saliéndoles muy bien. Me sorprendió bastante pues se les veía felices durante los casi tres años que llevaban. Ninguno sabíamos sus planes a corto plazo, pero estaban muy ilusionados amueblando un piso que les había costado mucho esfuerzo comprar. -Así son las cosas -me dijo- se ve que ha perdido la ilusión y dice que ya solo me ve como una amiga. Yo no supe que decir porque me había dejado bastante perpleja. Habían decidido romper justo en el momento más inesperado para todos. A partir de aquel día me interesé un poco más por cómo se encontraba y estuvimos un poco más en contacto que antes, aunque no podía sacarla de una resignación que se acomodó a los pocos días en una normalidad disfrazada. Fue Bea la que me dijo que buscara unas cosas para Juan que necesitaba. Yo accedí y se las imprimí para que viniera a recogerlas cuando pudiera. Y vino aquella mañana sobre la hora del almuerzo. Juan ...
... no es un hombre que te gane por su físico. Es una persona normal pero muy simpático. Yo diría que más bien demasiado alocado. Tiene "un no sé qué" que suele gustarnos bastante a las mujeres. Físicamente es muy fibroso y delgado, y medirá alrededor de 1'80... ya digo que bastante normal. Accedí a ese café. En un primer momento pensé que era una invitación "a tres": es decir que también era por parte de Bea y quedamos para esa misma tarde sobre las 7. Su piso es precioso. Todo huele a nuevo. Tal y como están las cosas actualmente todavía faltaba mucho por amueblar. Apenas tienen varias cosas en la cocina, un sofá-cama en el salón donde hay un pequeño televisor y un mueble donde está el equipo de música, y en la habitación de matrimonio la cama es simplemente un colchón. Me sorprendió no encontrarme con Bea, aunque no le di importancia cuando Juan dijo que ella no iba a venir porque estaba trabajando. Me recibió vestido sólo con un pantalón corto deportivo y me hizo pasar a la cocina donde la cafetera comenzaba a expulsar el café inundando toda la estancia con el penetrante olor del café recién hecho. Mientras me servía la taza le observaba. No pude no fantasear con aquella escena (Es lo que tiene ser asidua lectora de esta página, a veces cualquier situación ha sido ya relatada y la cabeza no siempre piensa en lo que debe). Aquel pensamiento me inquietó y me hizo perder el hilo de la conversación que basaba sobre si me había enterado de su ruptura y diversas razones que él me ...