1. Los chicos de la comparsa


    Fecha: 08/08/2019, Categorías: Dominación Autor: diosapuerca, Fuente: CuentoRelatos

    con sus cuerpos, y rápidamente nos reunimos nosotras para hablarlo, y sin demoras, resolvimos trazar una estrategia. Una estrategia en la cual, lejos de aflojarles, los apresaríamos todavía más. Y fue en aquella ocasión cuando concurriendo con ellos a una orgía que haríamos allá en un alejado establo abandonado en las afueras de la ciudad, luego de excitarlos de manera atroz encendiéndolos como hogueras eróticas, los maniatamos a los siete así completamente desnudos más que obvio, y comenzamos a enloquecerlos a cosquillas y cosas, montarlos y mamarlos, para que en un momento de tregua y descanso teniéndolos maniatados y desnudos, comenzamos a andar por un lado y otro de aquel establo curioseando por todas partes, cuando una de las chicas, revolviendo en unos estantes, encuentra aquellas cajas que al leerlas, descubre que las mismas contenían ampollas con un poderosísimo excitante sexual para inyectarles a los equinos antes de juntarlos con las yeguas para obtener de ellos máximo rendimiento con varias yeguas en una sola jornada. A los gritos la chica que eso descubre nos llama a todas para eso mostrarnos, y las risas de todas, van transformándose en carcajadas. Ellos -los chicos-, curiosos se acercaron para saber de qué se trataba, y nosotras, entre risitas y mirándonos...no les decíamos nada, pero ante la insistencia de ellos, una de nosotras, riéndose les dijo qué cosa era aquélla, y un silencio breve, se hizo allí. Enseguida, todas comenzamos a soltar risitas, a mirarlos ...
     y hacerles las más cochinas miraditas con morisquetas, sacándoles la lengua. Ellos, mirándonos y mirándose, entendieron. Y aterrorizados, nos preguntaron con desesperación: -¿No... no estarán pensando inyectarnos a nosotros con esa cosa, verdad??? Colorada de vergüenza por el cinismo de lo que estaba ya pensando, la que respondió, así expresó con la más puerca de las risitas: -¿Y por qué no? las risitas, brotaban en unas y otras, mientras en ellos, la desesperación afloraba atroz. Recordemos, que estaban todos... maniatados. -¡NOOO... no, chicas... noooo por favoooor noooo!!! -Exclamó casi llorando uno, y otra le retrucó de inmediato: -¿Y por qué no???¿Acaso tienen miedo? ¡Maricones!!! Y explotó la discusión más airada entre ellos, y nosotras: -¡Nooo!!! ¡Esa cosa es para caballos y nosotros no somos caballos, somos chicos humanos y es una crueldad hacernos eso!!! -dijeron- -¿Por qué va a ser una crueldad, por qué??? Le gritó una de nosotras, y ya la discusión comenzó a los gritos y con ellos ahí completamente desnudos y maniatados discutiendo desesperados y nosotras riéndonos y discutiéndoles con cinismo despampanante. Por gusto decidimos sólo entendiéndonos con nuestras miradas, hacerlos rabiar bastante, calentarlos, manejar los argumentos más puercos, para hacerlos rabiar más, más y más... Maniatados y desnudos pataleaban desesperados discutiendo y negándose a aceptar ser por nosotras inyectados con aquello, y nosotras nos reíamos cínicamente y manejando argumentos que los ...