1. El peor conocido de mi marido


    Fecha: 05/08/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa tarde Víctor me propuso ir a dar una vuelta por el shopping de moda; con el propósito de comprar ropa para ambos; en especial algo de lencería erótica para usar por las noches en la cama…Luego de un buen recorrido y varias compras interesantes, tomamos algo en el patio de comidas y decidimos regresar a casa. Ya en el estacionamiento, el auto se negó a arrancar.Víctor insistió, pero después de muchos intentos, se convenció que no arrancaría sin que antes lo viera un mecánico.Mi esposo dijo que no importaba; le pediría a su mecánico que viniera a buscarlo y llevárselo a su taller.Caminamos un par de cuadras hasta una avenida; pero estuvimos un buen rato esperando que pasara un taxi. Finalmente apareció un colectivo que nos dejaría a media cuadra de casa…Subimos para apretujarnos entre la gente. Víctor avanzó y yo lo seguí, hasta quedar de pie en el medio del colectivo.A medida que avanzaba el viaje, cada vez subía más gente, apretándonos todos en el fondo. Mi marido se fue moviendo hacia la parte trasera del pasillo, pero yo permanecí en el medio y nos separamos un par de metros.Algunos hombres que pugnaban por ir hacia atrás, aprovechaban para apoyarme sus bultos contra mi cola. Al principio me sentí enfadada e incómoda, pero tanto bulto rozando mis nalgas hizo que yo comenzara a excitarme un poco y a disfrutar de la situación.De pronto me encontré rodeada por hombres. A Víctor apenas podía verlo, cada vez más lejos. Un morocho enorme quedó de pie detrás de mí y pronto ...
    ... pude sentir que me apoyaba un bulto bien duro contra mis glúteos. Yo llevaba un vestido liviano y por eso podía sentir la dureza de su verga presionando contra mi cuerpo.Lo peor de todo fue cuando comencé a sentir que sus movimientos apuntaban a rozar mi raja de arriba abajo; sin coincidir con el vaivén natural del colectivo. El muy caradura me estaba franeleando con su pija endurecida, aprovechando que nadie se podía mover demasiado…El morocho me respiraba en la nuca y el efecto de ese roce contra mi raja cada vez me ponía más caliente. Comencé a sentir cierta humedad en mi concha…Podía sentir su bulto aumentando de tamaño con cada roce.En una curva se inclinó sobre mí y noté que una de sus manos afirmaba mi cintura y la otra me levantaba el ruedo del vestido. Enseguida sentí un pellizco en mi nalga y un dedo grueso se coló desde atrás dentro de mi ardiente y humedecida concha.Ese morocho comenzó a dedearme la concha; provocándome leves gemidos; que nadie notaba a pesar de estar todos tan apretujados…Traté de girar mi cabeza para mirarlo y el turro me sostuvo la mirada, mientras su dedo seguía enterrado en mi vagina…Lejos de reprocharle algo, llevé mis caderas hacia atrás apoyando mi cola contra su bulto, él sacó su dedo y me abrazó desde atrás, llevando mi culo contra su bulto bien endurecido.Me lamió el lóbulo de mi oreja y me susurró al oído:“Qué lindo culo el tuyo, rubia…”Temblé cuando me dijo eso, pensando que me iba a abrir la cola a pura pija después de haberme insinuado ...
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