Me atan y amordazan por segunda vez - Relatos Eróticos

Me atan y amordazan por segunda vez

Esta es la continuación de mi primer relato, así que si no lo habéis leído, pues corriendo a verlo! Jajaja Después de un mes de aquel día no podía parar de pensar en lo mucho que me gustó estar tan atada y amordazada y encima durante tanto tiempo. Cada vez que pensaba en ello se me ponía el chochito muy caliente, así que un día decidí hablar con mi marido. Necesitaba que aprendiera a atarme tan bien como ese ladrón, necesitaba volver a sentirme así de indefensa, de apretada, sin opción a poder moverme, de no poder hablar al tener la boca muy llena y bien tapada con mucha cinta. Después de darle muchas vueltas decidí contarle que me gustó mucho estar en esa situación y a él la verdad que le agradó mucho la proposición pero que antes debía aprender. Se apuntó a un par de talleres de bondage que de vez en cuando montaban por la ciudad, se bajó un montón de vídeos y se acabó volviendo todo un profesional, o eso me dijo… jajajaja todavía debía probarlo… estaba como loca!!! Una de las cosas que más morbo me daba es que me ataran y amordazaran delante de mucha gente y me expusieran como una maldita esclava, que me hicieran cientos de vídeos y de fotos estando en esa situación, mirando a las cámaras con cara de pena sabiendo que nadie me desataría bajo ningún concepto… Estuve pensando algún sitio donde poder satisfacer todas mis fantasías ya que iba a ser la segunda vez que me iban a atar y quería que fuera tan perfecta como la primera vez. Un sitio perfecto sería un club de ...

 intercambios de parejas que hay en mi ciudad que alguna vez hemos ido y los sábados siempre hay un mínimo de 50 parejas, solo con pensar lo que quería hacer, me ponía muy muy excitada. Al cabo de unas días le conté a mi marido que es lo que quería que me hiciera y pensó que estaba loca pero como le obligué a aprender a atar a una mujer, él estaba deseando practicar conmigo y le dije que allí delante de todo el mundo o nada… Jajaja él claramente accedió, además había comprado un montón de cuerda y había que estrenarla!! Concretamos ir el sábado de esa semana y yo ya estaba súper excitadísima con la idea, además que me pondría guapísima para la ocasión… Por fin llegó el sábado y era la hora de irnos, yo me había puesto un vestido súper ajustado y por debajo un conjunto de ropa interior de encaje negro con medias y liguero que es como quería que me dejaran cuando me ataran y amordazaran. Entramos al local y había decenas de personas y a ninguna seguro que se le pasaba por la cabeza lo que estábamos a punto de hacer delante suya. Nos dimos una vuelta por el local buscando un sitio perfecto para hacerlo y en una de las salas vimos una cama redonda en todo el medio y desde que la vi sabía que ese sería el lugar en el que me iban a atar y amordazar de nuevo… Mi marido llevaba todo lo que necesitaba en una mochila, todas las cuerdas con una cinta especial que me dijo que había comprado y otra cinta blanca normal. Fuimos recorriendo el club comentando a la gente que íbamos a hacer un show de ...