1. Un día de campo con mi suegro


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... cuerpo.Lo hice con mucha naturalidad, quedando completamente desnuda frente a Ernesto, que meses antes me había visto en ese estado mientras me cogía…Comencé a pasar la crema bronceadora por mi cuerpo; con movimientos sensuales, mientras de reojo miraba a mi suegro que seguía observándome en silencio, sin descaro. Pude ver que su enorme bulto comenzaba a crecer bajo su diminuta zunga…De repente no aguantó más y me pidió que me acostara boca abajo, para que él pudiera untarme la crema en la espalda.Sentí sus manos tocar mi piel; sus manos callosas, de macho rudo, que comenzaban a recorrer mi espalda desde mi nuca. Cerré los ojos y lo dejé hacer, sintiendo un placer inusitado. Tuve que reprimir algunos gemidos y las ganas de pedirle a gritos que no me hiciera desear más y me cogiera de una buena vez en lugar de calentarme tanto con sus recias manos.Sus dedos bajaron por mi espalda sin llegar a tocar mis glúteos. Eso me pareció extraño, pero al mismo tiempo me calenté mal; sintiendo que mi concha comenzaba a humedecerse…Ernesto no había notado mi excitación. Mis pezones endurecidos estaban ocultos contra la toalla que había extendido sobre el pasto. Comenzó a rozar la raja de mi culo con sus dedos, muy despacio.Con mucha delicadeza me hizo separar los muslos y entonces sus dedos se abrieron paso con la crema hasta llegar a mis labios vaginales.Entonces sonrió y me dijo que estaba bastante humedecida…Sonreí diciéndole que era debido al toque mágico de sus manos.En ese mismo ...
    ... momento levanté un poco mi pelvis, como si estuviera haciéndole una invitación. Sus manos volvieron a la carga y pronto dos de sus dedos se deslizaron producto de mi propia humedad y con la ayuda de la crema bronceadora se perdieron en la profundidad de mi ahora dilatada concha…Suspiré y levanté mi cabeza; pero Ernesto hizo un rápido movimiento y me tomó por la nuca, haciéndome reposar nuevamente sobre mis brazos cruzados al frente.Comencé a sentir un tercer dedo que hurgaba en mi entrada trasera.Los otros dos que habían estado dilatando mi concha, de repente le cedieron el lugar a la gruesa verga de mi suegro.Ernesto se apoyó contra mis nalgas y colocó la punta de su dura pija sobre mis labios vaginales. Yo volví a levantar mi pelvis para facilitarle la penetración. Sin sacar su dedo de mi orificio anal, que de a poco iba cediendo, Ernesto se impulsó hacia adelante y entonces sentí ese tremendo pedazo de verga dura abriéndose paso entre mis paredes vaginales.Levanté la cabeza para aullar de dolor y placer; pero mi suegro volvió a hacer que la apoyara sobre la toalla; ahogando mis gritos…Me preguntó si me gustaba así bien duro y con mi voz apagada por la toalla le respondí que obviamente me encantaba que me cogiera así bien a lo bruto…Ya con su enorme pija enterrada hasta el fondo, comenzamos los dos un rítmico sube y baja, mientras Ernesto seguía dilatando mi ano ahora con dos dedos, que entraban y salían sin ninguna resistencia…Durante un buen rato y después de tres orgasmos de ...