1. Un día de campo con mi suegro


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Cuando todavía vivíamos en Buenos Aires; Víctor y yo fuimos invitados durante un verano a pasar un fin de semana con nuestros suegros en una estancia de campo que habían alquilado.Ellos insistieron en la invitación porque había lugar para todos…Llegamos al lugar el viernes en la tarde y cenamos frugalmente, disfrutando de la compañía y la hospitalidad de Ofelia y Ernesto.A la mañana siguiente, mi suegra le pidió a Víctor si podía llevarla hasta la ciudad, que quedaba a unos cuantos kilómetros de distancia, diciendo que el auto de Ernesto no funcionaba.Apenas salieron, me dispuse a tomar sol en una enorme piscina que había detrás del casco de la estancia. Para ello estrené una flamante bikini recién comprada, que en realidad era apenas un hilo dental…La delgada tira de tela apenas cubría mi pubis bien depilado y por detrás casi no llegaba a ocultar la entrada anal entre mis cachetes.Pero no me importaba; porque sabía que iba a estar sola durante la mañana. Había olvidado la presencia de mi suegro Ernesto.Unos meses atrás había pasado un par de días en casa de mis suegros, mientras mi esposo estaba de viaje por el interior. En esa ocasión había espiado una noche para verlos coger. Me había sorprendido que Ofelia le entregara el culo a mi suegro. Ese hombre tan viril, me había sodomizado al día siguiente; tal como lo había hecho con su esposa durante esa noche…Desde ese día Ernesto me cogió unas cuantas veces más; pero de repente toda esa calentura se nos había pasado a ambos…Al ...
    ... llegar al costado de la piscina, sentí una presencia a mis espaldas y giré mi cabeza. Allí estaba Ernesto en la galería de la casa, disfrutando unos mates mientras su visión se regodeaba con mi cuerpo casi desnudo.Mi hilo dental no me cubría prácticamente nada en absoluto; pero la mirada de mi suegro terminó de desnudarme por completo.Comencé a sentir cierta humedad entre mis piernas; pensando si Ernesto se iba a atrever a cogerme después de tanto tiempo…Me saludó desde lejos y yo le sonreí para devolver su saludo.Me encontraba acostada boca arriba cerca de la piscina; cuando de repente una sombra se interpuso entre el sol y yo.Al abrir mis ojos encontré Ernesto con dos vasos de cuba libre en sus manos. Estiró un brazo y me ofreció uno. Al incorporarme, pude apreciar que mi suegro ya no llevaba los pantalones que tenía un rato antes, mientras mateaba en la galería…Ahora vestía apenas una especie de zunga brasilera, que apenas cubría el tremendo pedazo de poronga que cargaba ese hombre y que yo alguna vez había sentido en el fondo de mi estrecho culo…Luego de aceptar el trago que me ofrecía, no pude evitar dirigir mi mirada hacia ese enorme bulto; pero pude esquivarla con rapidez, para no dejar mi calentura en evidencia.Pero Ernesto se dio cuenta que yo estaba hipnotizada por su verga…Conversamos sobre cosas triviales mientras tomábamos los tragos y de repente mi querido y libidinoso suegro me dijo que me quitara el hilo dental; así no se mancharía al untarme bronceador en mi ...
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