1. Una experiencia inesperada (Segunda parte)


    Fecha: 26/07/2019, Categorías: Gays Bisexuales Autor: jag12399, Fuente: CuentoRelatos

    ... tiempo fino. Tenía un maletín ejecutivo en una mano mientras con la otra aferraba una manilla para no caer. Cuando me voltee mi expresión era un poco amenazadora, quería ver quien era que me estaba tocando el trasero con tanta insistencia. «Discúlpeme, no he podido evitarlo, con todos estos movimientos… si lo desea podemos cambiarnos de posición, póngase en mi lugar…» Su voz era sensual y el tono meloso. Ella estaba de espaldas a una de las ventanas del pasillo. Cuando la observe con más detalle, aparte ver su cuerpo fabuloso, note las prendas de lujo que vestía. «No se preocupe, ninguna molestia, dentro de poco mucha gente se bajara y esta calca desaparecerá y podremos sentarnos» «La verdad que yo también me bajo en la próxima y así ya no le daré más molestia» Esas eran sus palabras pero el tono de su voz y la expresión parecía en cambio decir: ‘Que lastima, ya se terminó la rozadera!’ En ese momento no sé qué me paso por la cabeza y le respondí mintiendo: «Yo también me bajo en la próxima. He decidido pasar el weekend visitando la ciudad. Tú vives aquí? Podrías recomendarme un hotel? » Se me había prendido algo por dentro. Esa mujer, tan atractiva me estaba dando morbo al punto que había decidido sin reflexionar de tratar de tener algo con ella. La cosa era improbable que sucediera realmente, pero a veces las fantasías eróticas unidas al deseo excesivo, te llevan a tener comportamientos fuera de la lógica. Por otra parte, no tenía problemas económicos ni nadie me estaba ...
    ... esperando. Por lo tanto pensé que si la cosa no daba los frutos esperados, podría siempre regresarme con otro tren el mismo día o el siguiente. Todo había nacido como resultado de un lenguaje silencioso en el que ella, con sus roces, que siguieron hasta llegar a la estación donde se bajaría, me estaba disimuladamente pero insistentemente, diciendo: ‘tengo ganas de tocarte el culo’. Me había excitado y tenía una erección de las que por meses no había tenido. Pero reflexionando, mientras seguía permitiéndole el roce de su cuerpo con el mío pensé que estaba cometiendo una estupidez en creer que esa mujer me estuviese en realidad mandando un mensaje sexual. Fue en ese momento que me desplazo diciéndome: «Si te agrada, puedes venir para mi casa, vivo fuera de la ciudad en una zona muy tranquila, después podrás visitar lo que desees. Que te parece la idea, te animas? A propósito, yo soy Liliana, encantada!» Por supuesto me quede embalsamado por su propuesta. ‘Coño’ pensé, ‘esta me está invitando para su casa, entonces no he malinterpretado sus intenciones’ «Encantado, yo soy Manuel, para los amigos Manu. La idea me agrada mucho pero no sé si será el caso, no quisiera dar molestias» «Ninguna molestia, cariño, sé que te va a gustar y que la vamos a pasar muy bien» Era una invitación clara, precisa y explicita. En realidad una proposición que tenía sabor de intimidad. Llegados a la estación nos bajamos y fue entonces que pude admirar sus anchas caderas y su modo sensual de andar mientras ...
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