El culo de Mariam
Fecha: 24/07/2019,
Categorías:
Anal
Primera Vez
Sexo en Grupo
Autor: roleplaylover2, Fuente: xHamster
... parte de mi gruesa polla. Lo cierto es que ella tenía razón: su esfínter era diminuto (sobre todo en comparación con sus nalgazas) y mi polla causaría estragos al entrar..., pero, madre mía, aquella visión y aquella perspectiva hubiera animado a cualquiera. Estaba tan cerca de conseguir mi más ansiado deseo: encular a aquella puta maciza, a aquella madrileñita que, sin saberlo, había venido a Andalucía a que se la follaran a fondo por el culo.Finalmente me decidí a consumar mi plan. Cuando Mariam, después de varios intentos, hubo conseguido introducir mi glande en el esfínter (cuán cálido era...), me dí cuenta de que si le quitaba las manos, su único punto de apoyo, de un manotazo, ella caería con todo el peso de sus 75 kilos sobre mi polla, y ésta obviamente, entraría hasta el fondo de su culo. Literalmente se sentaría sobre mi polla de un tirón, de una "sentada", y nunca mejor dicho.Así lo hice. De improviso, de un manotazo, le retiré las dos manos, y ella cayó con todo su glorioso peso sobre mí, ensartándose mi miembro hasta los huevos, hasta los mismos huevos. Ella gimió de dolor (¿o fue placer?) y se quedó unos momentos sin respiración. Me imaginé que la visión de aquel panorama desde delante sería fantastica: Marianita sentada sobre una polla que le entraba hasta el fondo de su macizo culo, con una cara mitad sopresa, mitad susto, mitad dolor/placer.Su culo, su ojete, era estrecho y cálido como un horno. Entró con relativa facilidad, y enseguida me dí cuenta de que ...
... era tan delicioso y calentito que me costaría horrores no correrme enseguida. Sentía la fantástica presión de sus nalgas de diosa oprimiendo, ordeñando mi afortunada polla. La cogí por las caderas y la hice subir y bajar un poco. Ella, traspuesta todavía, se dejaba hacer. En unos momentos ya la tenía bien aferrada por las caderas, haciéndola cabalgar levemente, horadando aquel imponente trasero.- ¡Jodeeeeerrr, qué culoooo! -no pude reprimir.Ella gimoteaba y suspìraba, sin acertar a decir nada. La hice rodar de tal manera que quedó debajo de mí. Mi polla, por supuesto, aún dentro.- ¡Vaya polla!, ¿eh? -le dije, fanfarrón, sin creerme aún del todo que, al fin , se la había metido.Seguí empujando. Cada vez era más facil entrar y salir de su ojete. Ella suspiraba, y no de dolor precisamente. La puse a gatas, yo detrás de ella, en la posición más clásica para dar por el culo. Ahora no sólo podía penetrarla a conciencia, sino que tenía ante mí una maravillosa perspectiva: su enorme trasero, su hermosa espalda, su cabecita rubia, sus trencitas meciéndose al vaivén del bombeo al que la sometía.Empecé a darle con creciente fuerza, con decreciente compasión. La polla resbalaba hacia dentro con relativa facilidad. Pensé que si la primera enculada era tan sencilla, las posteriores serían tan habituales como metérsela por su chocho rubio.Menudo culo tenía la niña.Se la metía hasta los huevos, la sacaba hasta la mitad y se la volvía a clavar inmisericordemente, así una y otra vez, una y otra ...