1. Una fiesta de disfraces


    Fecha: 06/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cueva. -Veo que no pierdes el tiempo -me dijo, pero yo no prestaba atención a sus palabras. Delante de mí tenía lo que de verdad me importaba en aquel momento, y no iba a despegar mi boca de tan suculento manjar para hablar. Ella, entre gemidos y pequeños gritos, hablaba -no se callaba ni bajo agua-, pero no sé qué sería. Mi atención estaba puesta sólamente en su cada vez más húmeda vagina. Sin despegar mi boca de su coño me bajé la cremallera y saqué mi pene, que estaba totalmente empinado y pidiendo a gritos un poco de acción. Mi mano dio comienzo a una sesión de masturbación mientras lamía el coño de Carmen, que al poco me separó la cabeza de su conejito, me la levantó hacia arriba para que la mirase a los ojos y me dijo: -"Ahora me toca a mí". Se levantó, me hizo señas para que me sentara en la silla, y arrodillándose ante mí me quitó los zapatos, los pantalones y los calzones para, inmediatamente después, agarrar mi aparato -que estaba muy pegajoso- e introducírselo poco a poco en su hermosa boquita. No se lo llegó a tragar entero, sino que concentró todas sus labores mamarias en la cabeza de mi enhiesto pene, unas veces dándole besitos, otras pequeños toquecitos con su lengua en la puntita, o bien deslizando su lengua por todo lo que era el mástil. Creí que iba a morirme de placer con aquella cabrona -tenía muy claro que no era ni la primera ni la quinta polla que se había comido-, y tenía incluso que agarrarme a las patas de la silla para no caerme para atrás, y ...
    ... es que de vez en cuando me entraban unos temblores que... Pero lo que de verdad me puso los vellos de punta fue cuando, sosteniendo mi verga, bajó su boca hasta mis huevos y se puso a mordisquearlos. No fue tanto la sensación como la visión, y el caso es que me corrí viéndola hacerme eso. Obviamente no me dio tiempo a avisarla, y mi corrido inundó su pelo moreno con mi esperma. Carmen se mosqueó conmigo, porque le dejé el pelo hecho un asco, y entonces le dije que se duchara en el cuarto de baño. Sin dirigirme la palabra se metió en él, me dejó con la polla aún tiesa y con ganas de seguir. Me acordé en ese instante de que la fiesta continuaba, y gracias a Dios que la cinta aún seguía, pero más tarde la cambié por otra y pensé en entrar en el cuarto de baño -disponía de 45 minutos hasta se cortara la cinta-. El ruido de la ducha sonaba desde fuera. Abrí lentamente la puerta sin hacer ruido y me acerqué hasta la bañera, que tenía echada la cortina. Me desnudé por enteró y eché la cortina a un lado. Ella apareció desnuda y enjabonada ante mí, y mi querido miembro viril se puso tan contento que hasta noté en la mirada de Carmen un poco de perplejidad. Ella no hizo nada, excepto quedárseme mirando el aparato embobada, dejando que el agua cayera de la ducha hacia fuera, mojándolo todo. Me introduje en la bañera, le quité la alcachofa de las manos, y entonces ella se agachó, me dijo unas palabras que no logré entender -creo que no era a mí al que le estaba hablando-, y volvió a ...
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