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Historias de oficina -20-
Fecha: 01/07/2019, Categorías: Hetero Erotismo y Amor Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
precipitado pensar en eso ahora – —Creo que mariza tiene razón. No hay ningún apuro, llegaran…con el tiempo. —¡Si hay apuro, quiero un nieto! Las risas llenaron la habitación ante la singular orden. Mi teléfono sonó dos veces antes que lo conteste. —Señor Vaks disculpe señor, pero se encuentra en la puerta se encuentra el Sr. Michael. Espere unos cuantos segundos tratando de adivinar qué era lo que quería ese sujeto. —Que pase – respondí finalmente. La línea se cortó, los minutos pasaron y finalmente apareció en mi despacho guiado por dos de mis hombres, el lunático amigo de mi bella durmiente. —Buenos días a todos – Saludo —Michael… hola ¿cómo estás? —buenos días Srta. Márquez, muy bien. Espero que Ud. también – respondió sonriente. Se produjo un silencio muy profundo que duro solo unos pocos segundos hasta que mi madre se levantó con evidente cansancio. —No tengo el gusto de conocerlo joven – agrego acercándose – Lucrecia Vask – se presentó tendiendo su mano ante él. Michael la tomo con delicadeza, hizo una pequeña reverencia para después besar la mano de mi madre. —Enchanté de vous rencontrer – agrego mirándola a los ojos. —Le plaisir est mon seigneur – respondió mi madre. —Un ...
gusto – agrego saludando a Lucio – lamento interrumpir ¿Víctor podemos hablar? Mi cerebro tardo unos segundos antes de reaccionar, llegue a la conclusión que este tipo no vendría salvo que tuviera algo importante para decirme. —Claro – respondí – ¿serían tan amable de dejarnos hablar solos? – Agregue a continuación. Todos se levantaron de inmediato y comenzaron a irse, pero mi bella Mariza tardo un poco más. Deposito dos besos en su mano y los soplo dulce mente hacia mí. —Suerte – dijo mirando a Michael guiñándole un ojo. La puerta se cerró y finalmente estábamos solos. —Toma asiento – ofrecí sentándome en los mullidos sillones. —Gracias – respondió, tomo asiento sacando un teléfono celular del bolsillo – Nuestra amiga Sara parece que no se queda quieta, hace días comenzó a reunirse con Emilio Santos. —¿Quién se supone que es? – pregunte causando una mirada extraña en el – ¿tendría que saber quién es no? —Si, teniendo en cuenta que es uno de los narcotraficantes más poderosos de Sudamérica Hizo unos cuantos movimientos con su teléfono, mostrando distintas fotos donde podía verse a este tipo Santos. Deberíamos deshacernos de él o simplemente comprarlo sería algo que el tiempo diría.